Viernes 29 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
"Me hubiera gustado que me dijera la verdad"
Declaró el joven con quien Nancy Salinas se encontró en La Plata tras el crimen.

CIPOLLETTI (AC).- Trampas, mentiras, omisiones... Y en medio, el homicidio. ¿Hasta dónde las actitudes de los principales protagonistas de esta historia tienen que ver con el crimen?

Ayer declaró Rodrigo Mieres, el joven que mantenía una relación amorosa con Nancy Salinas cuando ella salía a su vez con Juan Manuel Aguirre, uno de los dos imputados en el asesinato de la bioquímica Ana Zerdán.

El relato de Mieres, para el querellante Oscar Pandolfi, permitió "enterrar" la coartada de Juan Manuel, que tiene como estructura básica los dichos de Salinas. Es que surgió que "para ella la mentira es una herramienta" (ya está imputada por presunto falso testimonio) y surgieron datos que "no encajan" con los registros telefónicos que están en la causa.

Pero el testimonio del joven también dio un empujón a la parte contraria: era cierto que la chica estaba organizando un viaje a La Plata días previos al homicidio. "Era la semana del estudiante. La invité si quería venir. Calculo que desde el 14 o 15 (de septiembre) comenzamos a hablar del viaje", relató el joven. Mieres estaba estudiando en La Plata en 1999. Tiempo antes del crimen había comenzado una relación con Salinas, quien a su vez era novia de Juan Manuel Aguirre. "No éramos novios", aclaró.

Ante el Tribunal, Salinas aseguró que la noche del homicidio, el 17 de setiembre de 1999, estuvo con Juan Manuel. Afirmó que se encontraron en Neuquén alrededor de las 20, fueron a cenar, regresaron a Cipolletti y estuvieron en el departamento del ahora imputado hasta las 0.30 aproximadamente. Cuando regresó a su casa, habló con

Mieres. Pero según relató el joven ayer, ella no le dijo con quién había estado. Le comentó que había ido a cenar con el médico para quien trabajaba y que recién regresaba. Al día siguiente, según está documentado en la causa, ella estuvo con Juan Manuel y por la tarde viajó a La Plata, donde se encontró con Mieres y estuvo hasta el 22.

"Juan Manuel le había dado dinero para solventar la estadía porque ella le dijo que se iba a alojar en un hotel", refirió el testigo. Pero en realidad se quedó en su departamento. A él, no le contó nada sobre el homicidio.

"Me enojé. Me hubiera gustado que me dijera la verdad", le dijo Mieres al Tribunal. El recién se enteró de toda esta situación cuando sus padres lo llamaron ante las averiguaciones que realizaba la policía. Allí cortó la historia sentimental definitivamente, aunque después supo que Nancy tuvo una relación con su hermano.

En la noche del 18, mientras Salinas viajaba en colectivo, en Cipolletti se velaban los restos de Ana Zerdán. Allí Juan Manuel habló con una "sobrina del corazón" de Ana, Gimena Llamas. La joven, dolida al igual que una hermana que estaba con ella, se puso a conversar con él. Era una forma de "contenernos a los dos", describió. Juan Manuel le dijo que la noche anterior había estado en un pub cerca del laboratorio y "se lamentaba" porque decía que si se hubiera asomado y veía el auto de Ana se podría haber dado cuenta que algo pasaba. Nada le mencionó sobre Salinas. A ella le quedó la idea de que sólo había estado en el pub. Cuando Llamas le preguntó por su novia, le contestó: "su abuela estaba mal y se fue a La Plata".

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