NEUQUÉN (ACE).- El juez Guillermo Labate obtuvo testimonios "de relevancia" de policías que aportaron datos para definir la integración y el funcionamiento de gran parte del "grupo de tareas" que operó en Neuquén, durante la última dictadura militar.
Quiénes se reunían, cómo elegían a sus "objetivos" y salían en la búsqueda de sus víctimas y quienes intervenían en los procedimientos -con nombres y cargos- son parte de la prueba, considerada "de relevancia", y obtenida a través de al menos un testimonio logrado durante enero en el Juzgado Federal.
La "nueva prueba" se suma a la que ya se conoce y derivó en los ocho procesamientos de jefes del ejército y personal de inteligencia. Debido a que está en plena etapa instrucción de la causa, no se pudo conocer la identidad de los sujetos nombrados por los policías.
Sin embargo, se conoció que la policía federal activó por orden del juez Labate el pedido de captura de Jorge Héctor Di Pasquale, que figura en la causa como "el fugado", luego de que resultara fallida la detención solicitada
en junio del 2007 porque el ex militar de inteligencia no fue hallado en los lugares donde había declarado domicilio.
También se dejó entrever que otro de los indagados será Raúl Guglielminetti, detenido en Buenos Aires por otra causa de delitos de lesa humanidad.
En los procesamientos a los militares que están detenidos y la primer elevación a juicio, Labate ya había detallado, entre las pruebas colectadas, testimonios de víctimas que lo vinculan como uno de los interrogadores tanto en la delegación de la policía federal en 1976 como en el centro clandestino de detención "La Escuelita".
Guglielminetti figuró primero en la lista de la fiscalía cuando en enero le requirió al juez que cite a nuevas indagatorias, ocho prioritarias y más de 40 luego.
"Fueron importantes" los testimonios obtenidos en enero, se dijo desde el Juzgado. Si bien varios dieron datos de época, fue un ex policía el que dio detalles. No es el primero que quiebra el "pacto de silencio".
El médico militar Hilarión de la Pas Sosa fue detenido y procesado luego de que un testigo que perteneció al Ejército en 1976 lo señalara en una testimonial como el profesional que ingresaba al centro clandestino de detención "La Escuelita".
El juez lo acusó de supervisar los tormentos para que las víctimas soportaran el interrogatorio bajo picana y otros vejámenes.
Cuando se inició la causa en 1986, el fotógrafo Miguel Suñer, que retrató a los secuestrados en el centro clandestino, había dado nombres de los oficiales y suboficiales de inteligencia que operaban en "La Escuelita", entre ellos el de Sosa, el de Francisco Julio Oviedo y Sergio San Martín, ambos detenidos y procesados con pedido de elevación a juicio. Suñer falleció en 2005, antes de que se reabriera la causa.
