BUENOS AIRES (ABA) . - El escenario más probable para el invierno que viene sería de restricciones parciales para el consumo de gas, similares a las registradas el año pasado, con cortes a las industrias. Así lo indicó a "Río Negro" el titular del departamento técnico del Instituto Mosconi, Gerardo Rabinovich, quien agregó que lo único que podría evitar la situación -no dramática, pero sí compleja-, sería tener un "invierno benigno" algo lógicamente imprevisible.
¿En cuánto impactará el problema de desabastecimiento en Bolivia y el fracasado acuerdo tripartito que incluye a Brasil?
"No es sustancial para éste invierno (pues se estarían dejando de enviar unos 3 millones de m3 de gas sobre un consumo interno de 120 millones de m3 por día); lo grave es el precedente que se sienta respecto a los compromisos de los años siguientes, donde los acuerdos establecían que en 2010 Bolivia nos estaría entregando casi 28 millones de m3 por día", señaló Rabinovich.
El técnico descree que un grupo coordinador entre Bolivia, Argentina y Brasil, pueda destrabar la situación, atento a que existe un problema de fondo: que los yacimientos del altiplano requiere cuantiosas inversiones para desarrollar sus yacimientos, y algunos concesionados a Total y Repsol, están en conflicto o negociación.
En concreto, según el experto del Mosconi, las restricciones en invierno estarían dadas en el sector industrial por un aumento en la demanda del 6% -por actividad, más la proveniente del propio sector eléctrico por la incorporación de nuevas centrales que consumen nafta, o en su defecto gasoil-, mientras del lado de la oferta habrá una caída interna del 1%, más otro 1% por la falta de gas acordado con Bolivia. Es decir, un diferencial negativo del 8% (6% más de consumo con caída de dos puntos en la oferta).
Rabinovich puntualizó que si bien no somos todavía tan dependientes de Bolivia, "presentamos una situación de extrema debilidad en materia energética que nos desfavorece al momento de entablar negociaciones, por lo que se requiere de una política para el sector que disminuya esta vulnerabilidad".
Por ello, es que el experto en temas energéticos y actual diputado nacional José Brillo, considera que la solución está en el mercado interno a partir
de una racionalidad en el sector "incrementando las condiciones de producción". Brillo destacó que en nuestro país se estableció el precio de alrededor de un dólar el millón de BTU, mientras se le compra a Bolivia a unos 7 dólares, por lo que el especialista neuquino propone un precio intermedio de 4 dólares para impulsar la inversión en el país.
Brillo sugirió el otorgamiento de precios diferenciales para extraer gas de estructura compleja. Es gas por arenas compactas que en Estados Unidos representa el 20% de su producción. Pero la extracción requiere de un incentivo en las inversiones, lo cual, para Brillo, sería muy importante dado que "hoy se llega sólo hasta 3.000 metros de profundidad".
Más allá de las críticas, el legislador rescató el anuncio de los 28 millones de pesos acordados con el gobierno nacional para invertir en las cuencas de Río Negro y Neuquén.
"En el país hay 23 cuencas, y solo 5 de ellas desarrolladas", deslizó como señal de lo que falta por hacer. Finalmente, Brillo subrayó como vital el desarrollo interno para que no nos ocurra con Bolivia, Venezuela u otro país; lo que a Chile le ocurre con nosotros, producto de un gasoducto con un 15 % de actividad y un oleoducto desactivado. "En la Argentina, falta una planificación seria desde hace años", concluyó.