ROCA (AR).- Los primeros policías que llegaron a la humilde casilla de la calle Catamarca, se encontraron con un escenario patético.
Según se supo, la víctima fatal estaba totalmente ensangrentada y tendida en el piso. Incluso, quienes primero ingresaron, pensaron que se trataba de una chica de 13 o 14 años, ya que la víctima es de contextura menuda.
Pero además, a los investigadores les llamó la atención varios objetos que estaban en el interior de la pequeña morada.
Un velador tenía la forma de una imagen diabólica, mientras que varias calaveras de plástico u otro material, estaban como "adorno" en diversas partes del lugar.
Sin embargo, fuentes allegadas a la investigación señalaron que "no se trataría de ningún rito satánico o algo que se le parezca. El detenido escucha rock 'pesado' (de ahí su apodo, "Metal") y todo indica que esos símbolos y figuras tienen que ver con eso".
También llamó la atención de los pesquisas que en el suelo encontraron varias revistas pornográficas desparramadas en el suelo, lo que en un primer momento hizo suponer que el homicidio podría haber tenido alguna connotación sexual. La autopsia, determinó que la víctima no sufrió lesiones de este tipo.
Como suele suceder muchas veces, los investigadores se toparon con el silencio de los vecinos, ya que a pesar del brutal ataque, "nadie escuchó nada".
"La gente no habla. Consultamos a varios vecinos pero es evidente que no quieren decir nada. Lo único que dijeron es que conocían a Sosa por ser vecinos pero nada más", señaló una fuente ligada a la investigación. De todos modos, consideraron que policialmente, el caso está cerrado y que "sólo resta corroborar algunos lugares y datos menores".