SAN CARLOS DE BARILOCHE (Télam y AR).- Técnicos y científicos estadounidenses de la NASA, Canadá y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) argentina analizan en Bariloche el diseño del satélite SAC D que construirá la empresa Invap, la cual comenzará la tarea apenas este foro lo autorice.
El SAC D es el cuarto satélite que la CONAE encarga a la empresa estatal Invap y se trata de un proyecto en el que el organismo espacial argentino está asociado a la NASA.
Participan además las agencias espaciales de Brasil, Italia, Francia y Canadá, que aportan distintos instrumentos y facilidades.
El satélite será lanzado el 22 de mayo del 2010 desde la base Varemberg, en California (EE.UU.), y se usará para distintas tareas de observación de la Tierra, entre las que se destaca la medición de la salinidad de los mares, la evaporación y la humedad de los suelos.
En los Estados Unidos, los mapas de salinidad superficial de los océanos se usarán seguramente para una comprensión más amplia del funcionamiento de la maquinaria del clima mundial. Para la NASA, Aquarius es un instrumento de ciencia básica, de utilidad académica.
Para la Argentina, en cambio, podría ser un instrumento más aplicado a lo productivo: la salinidad en el Mar Argentino suele dar algunos buenos indicios de la ubicación de ciertas especies de valor pesquero. Pero además, el SAC-D llevará instrumentos que pueden medir la humedad almacenada en suelos de producción, y así, cruzando datos de otros orígenes, permitir una predicción de cosechas de mayor precisión.
Además del instrumento Aquarius, el SAC-D albergará sensores ópticos y otros instrumentos de utilidad también muy inmediata para la economía Argentina: ya se ha establecido que a bordo habrá una cámara sensible a cuatro bandas del infrarrojo, capaz de medir temperaturas en el suelo y dar -entre otros servicios- mapas predictivos sobre riesgo de incendio, según convenios establecidos entre la CONAE y el Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF).
El jefe del proyecto por CONAE, Daniel Caruso, explicó a Télam que este proceso que está en curso en Bariloche consiste en la revisión crítica de distintos componentes del satélite y de los modelos estructural y electrónico.
"Al término de la revisión crítica, si no se detectan problemas, Invap estará habilitado para comenzar con la construcción del modelo de vuelo", dijo.
Indicó que los distintos países del convenio irán construyendo los equipos que irán en el satélite y que serán integrados al aparato en Bariloche.
Al concluir este proceso el satélite será trasladado a Brasil, donde le harán pruebas de vuelo y ambiente espacial, referidas al lanzamiento y la puesta en órbita.
"Eso se hará en abril del año que viene en el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales de Brasil, donde se lo coloca en una cámara de vacío y se prueba ante extremos de temperatura, para verificar que el funcionamiento y el desempeño es el correcto en el ámbito espacial", dijo.
Caruso indicó que el lanzamiento estará a cargo de la NASA, que usará el cohete Delta II, el mismo que puso en órbita al satélite SAC C en el año 2000, que "aún sigue prestando servicios satisfactoriamente".
La inversión estimada en este proyecto superará los 200 millones de dólares, de los que la mayor parte corresponderá a la NASA, que aporta el instrumento principal -el radiómetro Aquarius- y el lanzamiento.
Caruso indicó que Argentina realizará en diez años una inversión aproximada a los 40 millones de dólares y destacó que "gran parte de ese monto queda en el mercado local, en mano de obra, ingeniería y recursos humanos".