El presidente de Bolivia, Evo Morales, suspendió ayer su visita a Bélgica y Holanda por las inundaciones y un conflicto regional y social reactivado en torno a la nueva carta magna y los estatutos autonómicos en su país, aunque confirmó su viaje a Noruega y Francia.
Por una situación similar, Morales aplazó sin fecha la visita que tenía prevista a Estados Unidos el pasado lunes y que inicialmente formaba parte del itinerario presidencial, aunque en esa ocasión el jefe de Estado argumentó que se quedaba en Bolivia para atender los problemas emergentes de las inundaciones.
La decisión coincide con nuevas confrontaciones en el Congreso entre oficialistas y opositores, panorama al que se suma un cerco de campesinos afines a Morales al Senado, dominado por la oposición, en demanda de dos referendos con los que se pretende ratificar el proyecto de una nueva Constitución de corte estatista.
A las confrontaciones se suma la convocatoria de dos regiones a consultas populares para aprobar sus estatutos autonómicos calificados por el gobierno de ilegales y separatistas.
Centenares de campesinos y sindicalistas partidarios del gobierno permanecieron ayer alrededor del Congreso por segundo día para presionar a que ese organismo convoque a referendos para ratificar el proyecto de constitución oficialista. "El congreso está amenazado por dos lados.
Por una parte los movimientos sociales que ven con preocupación la dilación del referendo y por otra, la presión para la convocatoria a consulta por el estatuto autonómico" formulada por gobiernos de regiones opositoras, dijo el vicepresidente Álvaro García, cabeza del legislativo.
García pidió dos meses de tregua de los sectores para desactivar la crisis política del país. El vicepresidente calificó como un "balde de agua fría" el que algunos prefectos (gobernadores) opositores decidieran no aplazar las consultas en las que esperan ratificar un estatuto que unilateralmente aprobaron para disponer de mayor autonomía política y administrativa de La Paz.
Desde Santa Cruz, el departamento oriental que lidera la demanda de autonomía, el prefecto Rubén Costas declaró que su región "tiene el camino claramente marcado" para concurrir el 4 de mayo a la por el estatuto autonómico. El departamento amazónico de Beni convocó para el 1 de junio. El Ejecutivo considera ilegales esas convocatorias y en su lugar pidió al Congreso llamar a referendo nacional para ratificar la constitución oficialista, que la oposición rechaza porque alegan que se les impidió participar en la sesión en la cual fue aprobado. Uno de los dirigentes de los campesinos apostados en torno del Congreso, Isaac Ávalos, expresó que "hemos decidido continuar y reforzar la medida (protestas en torno al congreso) hasta que se apruebe la ley de convocatoria para el referéndum por la Constitución".