WASHINGTON (AFP/DPA) - El equipo de Barack Obama anunció ayer que más de un millón de personas ofrecieron una contribución financiera para su campaña, mientras que su rival por la investidura presidencial demócrata, Hillary Clinton, critica la actitud de los medios de comunicación, a los que acusa de favoritismo con su adversario.
Hace una semana, los analistas preveían una recolección de fondos record para el senador por Illinois en febrero, que podría alcanzar 50 millones de dólares, potencialmente el doble de la enorme suma esperada en el campo de Clinton, un millón de dólares cada día.
El ritmo de las contribuciones parece indicar que Obama superó con éxito su vigésimo y último debate televisado con Clinton antes de las cruciales primarias del martes próximo, en las que la ex primera dama se juega el todo o nada. En realidad, como reflejan todos los analistas y medios, no hubo un ganador en Cleveland. "Cada uno intentó desequilibrar al otro, pero ninguno conectó golpes ganadores", resumió "Los Angeles Times".
Pero el empate es casi un triunfo para Obama, que dispone de una significativa ventaja sobre Clinton en el recuento de delegados para la convención: según la web especializada "RealClearpolitics.com", el senador por Illinois suma ya 1.377, por 1.279 de la senadora por Nueva York.
Clinton lo intentó todo.
En una actuación que algunos medios describen como "punzante" y otros como "tensa", la ex primera dama atacó a su rival en todos los puntos del debate, incluso interrumpiendo a los moderadores.
Sin embargo, Obama esquivó todos sus golpes. Algunas veces con elegancia, como cuando dejó pasar una referencia de Clinton a lo que a su juicio es el tratamiento mediático favorable a su rival. En uno de los temas más sensibles , Clinton negó tener algo que ver con la reciente divulgación de la foto en Internet de Obama vestido con un turbante blanco y una túnica tradicional africanas. Por su parte, Obama negó haber distorsionado los dichos de Clinton sobre salud
El papel de Hillary no era sencillo. Después de once derrotas seguidas en un "febrero negro", necesitaba un golpe efectista para voltear la tendencia. Obama, instalado en el cómodo sillón de líder, sólo tiene que aguantar y dejar que el reloj corra. "Un desafío complicado en un lado, un trabajo simple en el otro", sintetizó "The New York Times". "Hubo pocas pruebas de que Clinton hubiese producido el momento del tipo sacudida que necesitaba para poder cambiar el curso de una campaña que lleva semanas moviéndose inexorablemente en la dirección de Obama", agrega.
El martes próximo, con las primarias de Rhode Island, Vermont y, especialmente, las de Texas y Ohio, Obama tiene en su mano el primer "match-point" de la carrera. Si gana en los dos grandes estados será ya prácticamente imposible para Clinton remontar. Clinton necesita no sólo la victoria, sino además obtener un amplio margen. Y eso parece cada vez más difícil. En Texas, Obama ya está un punto por delante. En Ohio Clinton sigue líder, pero su ventaja se redujo a siete puntos.