River era todo lucha, fiebre, desesperación, búsqueda constante, pelea y demás. El arquero Armando Navarrete había levantado una muralla que hacía imposible cualquier posibilidad, hasta que apareció el ídolo, Ariel Arnaldo Ortega,
para poner el 2-1 y desatar una fiesta en un Monumental que estaba en llamas. Así, River venció al América mexicano y en el grupo 5 quedaron todos iguales, con 3 unidades.
De esta forma se definió un partido sumamente emotivo, cambiante y con muchas situaciones.
El primer tiempo fue entretenido porque River salió a buscar y porque el América es un equipo que maneja muy bien la pelota. Además los dos son frágiles en el fondo. Eso contribuyó a que los dos llegaran con peligro. La visita avisó a los 5 con un remate de Germán Villa desde fuera del área.
River le respondió con un tiro de Ortega que dio en el palo. A los 15 llegó la apertura de los mexicanos, tras una falla de Tuzzio, quien llegó tarde a un cruce y posibilitó que Juan Mosquera se le escapara y mandara el centro que Cabañas cabeceó al gol. El local pudo haber empatado al minuto siguiente, pero el travesaño devolvió un cabezazo de Ortega.
En el momento de mayor desconcierto del anfitrión, sobre los 24, Juan Pablo Carrizo le mandó al córner con un pie un mano a mano al uruguayo Rodrigo López. A River le costaba llegar y sobre los 35, Carrizo debió volar para sacar un remate de Mosquera. Dos minutos después llegó el empate, cuando Augusto Fernández desbordó, mandó un centro, Abreu la bajó y Falcao no perdonó.
En el epílogo Simeone mandó a la cancha a Alexis Sánchez por Ferrari y de entrada un cabezazo de Ortega se fue desviado en forma increíble, y a los 7 Navarrete le tapó un mano a mano a Falcao. El "Cholo" se la jugó y mandó a Buonanotte a la cancha. River quedó con tres defensores, dos volantes, el "Burrito" de enganche y cuatro delanteros.
Y la situaciones se sucedieron, mientras se agigantaba la figura de Navarrete: a los 21 hubo una palomita de Radamel se fue cerca, a los 26 el '1' le tapó un mano a mano al jujeño y tres minutos después el arquero otra vez se la sacó a Ortega. Sobre los 31 Navarrete se lució ante Abreu.
Pero de tanto ir, River consiguió la victoria cuando el ídolo riverplatense surgió antes que todos y batió a un Navarrete que a esa altura tenía estampa de superhéroe. Por momento el dominio de River fue abrumador, pero parece que en las copas internacionales todo le cuesta el doble. Al menos esta vez se dio un gusto sobre el epílogo.