En una movida inédita, al menos para la región, el club Cipolletti decidió extremar las medidas de seguridad con la instalación en la sede de calle Mengelle de molinetes que funcionan con tarjetas magnéticas, al estilo de los clubes de primera división.
La idea, engendrada para paliar los continuos robos, es conocer los movimientos de todas las personas que entran y salen de la institución. El costo del dispositivo, que estaría en funciones a mediados de abril, superará los 14.000 dólares.
Por ahora el sistema se acotará a la sede, pero en un futuro la vista está puesta en la Visera de Cemento.
Las tarjetas magnéticas reemplazarán a los 4.000 carnets de socios con los que hoy cuenta el club albinegro, de los cuales 3.200 son activos.
Es decir, cuando los cuatro molinetes decoren las entrada y salida de la institución, sólo aquellos que estén al día con el abono mensual accederán a sus instalaciones. "Los demás deberán pagar por la visita. Aún no lo terminamos de analizar, pero debemos defender a los socios; ellos son los que hacen posible que el club siga creciendo", señaló el titular Julio Arriaga, ideólogo de la iniciativa.
El diputado nacional también aseguró que el año pasado recibieron nada menos que 80 denuncias por robos dentro de la entidad, lo que provocó un intenso debate acerca de las medidas a tomar.
La gota que colmó el vaso fue el audaz asalto al dirigente Daniel Rezzo. Ese jueves 4 de octubre el equipo de Domingo Perilli completaba la práctica antes del viaje a Lincoln cuando tres sujetos, en plena entrada a la zona de plateas (sobre calle O'Higgins), encañonaron y golpearon al directivo antes de arrebatarle los 56.000 pesos destinados al plantel.
"La idea es monitorear todo lo que sucede dentro del club. Con este sistema de molinetes sabremos quién entra y quién sale, y a qué hora lo hizo, porque la información irá directo a una computadora. Si hay algún robo, sabremos las personas que estaban dentro de la institución. Lo que buscamos es ofrecerle un servicio más al socio, que se sienta seguro", remarcó.
Por día, en promedio, no menos de 800 personas practican diferentes deportes en el club, y más de la mitad son menores de edad. "Nosotros tenemos que brindarle tranquilidad a los padres. Los chicos tienen que estar más seguros que en su casa", así Arriaga defendió el proyecto.