Miércoles 27 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 06 > Nacionales
Bolivia reducirá aún más la provisión de gas
El vicepresidente García señaló que por la falta de inversiones de las petroleras será necesaria la renegociación de los contratos por los cuales Argentina importa gas desde el altiplano.

Tras el fracaso de la reunión que tuvieron en Buenos Aires el fin de semana último los presidentes de la Argentina, Brasil y Bolivia, en donde no se pudo definir una nueva redistribución de energía en la región, el panorama para Cristina Fernández empeora, de acuerdo a las noticias que llegaron ayer de La Paz.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García, afirmó que su país deberá renegociar su contrato de suministro de gas con la Argentina, porque no podrá cumplir con los volúmenes adicionales a partir de 2010, a causa del boicot de transnacionales a la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia.

El contrato firmado en 2006 con el entonces presidente Néstor Kirchner preveía para este año la llegada de gas de cerca de 7 millones de metros cúbicos (MMCD) desde Bolivia y, a partir de 2011, ese volumen se elevaría a 27,7 millones. Pero las inversiones no llegaron a Bolivia y los contratos con la Argentina no se pueden cumplir. Hoy sólo ingresan 3 MMCD. La realidad del mercado volvió a golpear los proyectos regionales de ambos países.

"Les dimos un golpe a las petroleras (por la nacionalización de hidrocarburos en mayo de 2006), les dimos un garrotazo y ellas se resintieron, nos boicotearon en algunos casos, nos estorbaron en otros, no nos ayudaron en otros casos y nos amenazaron", justificó Álvaro García.

"Las petroleras se defendieron dejando de invertir", razón por la que la producción se estancó, según García, quien no abundó en detalles acerca de la actividad de cada una de las 12 multinacionales que operan en Bolivia, entre brasileñas, españolas, británicas, francesas y holandesas.

García defendió sin embargo la nacionalización de los hidrocarburos -riqueza estimada en 1,36 billones de metros cúbicos de gas, la segunda de la región- porque la medida permitió a Bolivia triplicar, a 900 millones de dólares sus ingresos fiscales al año.

"Hemos modificado las reglas del juego con los extranjeros y lo hemos hecho sabiendo que había un riesgo", dijo el vicepresidente, quien también reconoció que el gobierno no fue capaz de generar mayores inversiones privadas. "Asumimos nuestra cuota de responsabilidad, pero no nos arrepentimos, fue buena decisión haberles quitado a las petroleras la mayor cantidad de las ganancias para que se queden en el país", complementó.

Tras largas negociaciones, el gobierno logró en 2008 que las transnacionales inviertan unos 960 millones de dólares que recién comenzarán a dar frutos plenos a partir de 2009 y 2010.

El rezago en las inversiones, que originan un déficit de producción, obliga al gobierno a gestionar en Buenos Aires un nuevo contrato de compra-venta de gas, respecto al firmado por los presidentes de Bolivia y Argentina en octubre de 2006.

"Hay que renegociar el traslado del cumplimiento total del abastecimiento a la Argentina del 2011, quizá al 2012 o mediados del 2013, hay que variar un año o año y medio las fechas y los topes", declaró García a la radio católica Fides.

Ese entendimiento establece que Bolivia debe subir sus volúmenes enviados por un antiguo ducto binacional hasta 2010 a 7,7 MMCD de gas y comenzar a suministrar 16 MMCD desde 2011, una vez que esté concluido el nuevo Gasoducto Nordeste Argentino, para llegar a un tope de 27,7 MMCD.

García también expresó su deseo de que acaben las limitaciones bolivianas el próximo año, cuando se mejore la capacidad productiva del país, que a la fecha alcanza a unos 40 MMCD.

(Redacción Central/AFP/DyN)

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