Miércoles 27 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Un debate muy visto que calentó la campaña
Más de 13 millones siguieron el "cara a cara" Zapatero-Rajoy. Los medios dicen que el socialista ganó pero "no hubo nocaut". Habrá otro encuentro, en un proceso muy reñido hasta el 9 de marzo.

MADRID (Télam).- Más de 13 millones de personas vieron el primer gran debate televisivo de la campaña electoral de cara a los comicios del 9 de marzo. José Luis Rodríguez Zapatero ganó el primer asalto, pero el jefe de gobierno español venció por puntos, sin lograr noquear a su rival conservador Mariano Rajoy, que en el ring estuvo más combativo de lo que muchos esperaban.

El duro debate se saldó, según esos sondeos, con el triunfo del actual presidente del Gobierno por una diferencia que va desde los 3,5 hasta los 15 puntos.

No obstante, la prensa española coincidió en señalar que el triunfo de Zapatero sobre Rajoy fue muy ajustado. El País afirma que "Zapatero gana por la mínima", mientras El Periódico titula "Zapatero ganó por puntos".

Sin embargo, otros medios como La Vanguardia ponen al líder del PP como protagonista: "Rajoy acosa a Zapatero en un agrio y duro debate". Por su parte, el diario conservador El Mundo asegura que "Un Rajoy siempre al ataque obliga a Zapatero a escudarse en el pasado". En la misma línea, ABC dice "Rajoy arrincona a Zapatero en inmigración, educación, precios y ETA".

La media de audiencia que siguió el intenso debate fue de 13.043.000 espectadores, con una cuota de pantalla de 59,1%, una cifra histórica, de acuerdo con el Barlovento comunicación, que mide diariamente las audiencias en España.

Además, más de 22.500.000 espectadores vieron en algún momento el debate, y el minuto más visto se produjo a las 22.38 horas, con 15.081.000 televidentes. En ese momento, los candidatos hablaban de inmigración y educación.

El primer debate televisivo entre los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno español en 15 años generó una gran expectación en España, donde las elecciones se presentan muy igualadas.

No faltaron insultos, agravios, ni constantes referencias al pasado, en un enfrentamiento en el que cada uno hizo su papel: Zapatero se aferró a los datos de su gobierno para transmitir confianza y seguridad e intentó presentar a Rajoy como la mano derecha del ex presidente José María Aznar y, por lo tanto, responsable de la guerra de Irak y las mentiras del PP sobre los atentados del 11 de marzo de 2004.

Por su parte, Rajoy estuvo casi todo el tiempo a la ofensiva, y recurrió a sus ya conocidos temas de confrontación -ETA y el modelo de Estado- y acusó a Zapatero, de dividir a los españoles e incluso de haber "agredido a las víctimas" del terrorismo. El candidato del PP quiso poner sobre la mesa "los problemas reales de los españoles", como subida de precios, hipotecas, inseguridad e inmigración. En este último tema, Rajoy recurrió a un discurso de extrema derecha al relacionar inmigración con inseguridad, y enfrentar a los extranjeros con los españoles en la disputa por los servicios sociales.

El final del debate fue bastante artificial. El candidato del PP soltó un cuento sencillo en el que afirmaba que quiere que una niña que nace en España tenga una familia y padres con trabajo y se sienta orgullosa de ser española.

La frase final de Zapatero también fue curiosa: "Buenas noches y buena suerte", aseguró, recordando la legendaria frase del periodista norteamericano Edward R. Murrow.

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