INGENIERO JACOBACCI (AJ).- La producción de lana disminuyó este año un 12,5% en Río Negro como consecuencia de la intensa sequía que afectó a gran parte de la provincia durante el año pasado.

Las pérdidas estimadas se ubican en torno a los 6 millones de dólares.

Si bien la falta de lluvias fue el factor principal de esta importante baja en la producción-en algunos departamentos pasaron nueve meses sin que caiga una gota de agua-, la sobrecarga de animales en los campos jugó un papel fundamental ya que determinó una significativa mortandad de animales y la consecuente baja en la producción de kilos de lana.

Según datos brindados por el Prolana, organismo que certifica la calidad del 70% las lanas que se producen en Río Negro, en la zafra 2006/07 se certificaron unos 5.000.000 de kilos de lana producidas por 1.250.000 ovejas. "Este año, las ovejas esquiladas no llegaron a un 1 millón y se han certificado casi 3,9 millones de kilos" señaló el Coordinador del Prolana en Río Negro, Raúl Fernández. De acuerdo al relevamiento realizado por el Prolana, y comparando los datos de la zafra 2007/08 que terminó a fines de enero con la zafra 2006/07, la mortandad de animales en los distintos departamentos de la provincia fue del 25% en el Adolfo Alsina, 16% en el 9 de Julio, 15% en el 25 de Mayo, 12% en el San Antonio y el Valcheta, 10 % en el Ñorquinco, 6 % en El Cuy, y 4% en el Pilcaniyeu.

Estos porcentajes no coinciden la merma en la producción de lana debido a que la sequía fue heterogénea, lo mismo que la carga de animales en los campos.

En este sentido el Departamento 9 de Julio encabeza la lista de menor producción de lana con una baja del 24%, respecto a la zafra 2006/07. Lo sigue San Antonio con 23%, Valcheta con 18%, El Cuy con 14%, Adolfo Alsina y 25 de Mayo con 9% y Pilcaniyeu y Ñorquinco con el 1,5 % cada uno.

"La sequía no ha sido en todos lados igual y dejó en evidencia que aquellos campos con mayor carga de animales han sufrido el mayor impacto. En el Departamento Adolfo Alsina, por ejemplo, la mortandad fue del 25% y la merma en la producción de lana del 9%. Es decir que, como los campos no estaban recargados, las ovejas que sobrevivieron a la sequía tuvieron más alimentos y pudieron producir más lana" agregó Fernández.

La sequía también se vio reflejada en la calidad de la lana. Debido a la falta de alimentos, los animales produjeron menos lanas y de inferior calidad. Esta cualidad se puso de manifiesto en la finura -fue inferior-, el largo de mecha -menor- y en la resistencia a la tracción. Si bien las fibras producidas fueron más finas, también la ganaron en debilidad. Si bien no se brindaron datos oficiales, contabilizando la merma en la cantidad de lana producida -más de 1 millón de kilos- y la mortandad de animales -más de 250.000- le estima que las pérdidas para el sector ovino fueron superiores a los 6 millones de dólares.