La tele repite aún en estas horas la postal más tremenda que dejó el último fin de semana deportivo: la brutal entrada del zaguero inglés Martin Taylor, de Birmingham, que rompió la pierna y comprometió la carrera del atacante brasileño-croata del Arsenal, Eduardo.

Taylor juró inocencia, pero sólo 48 después entró con sus tapones otra vez de punta contra un propio compañero de equipo, en una práctica del Birmingham, según lo mostró el martes el tabloide inglés The Sun.

Taylor, de 28 años, tiene sólo tres amonestaciones en las últimas siete temporadas y el sábado sufrió su primera expulsión en cinco años, provocada porque el árbitro advirtió de inmediato que Eduardo había quedado con un pie casi amputado, una imagen que prefirió no repetir la TV inglesa, por pudor.

Es que la entrada es casi normal en el fútbol inglés, sólo que esta vez provocó una doble fractura y nueve meses de parate a Eduardo, cuyo retorno al fútbol, según afirma a su vez el diario The Guardian, no está aún completamente garantizado.

Más de 27.000 firmas se juntaron en Inglaterra para pedirle a la Federación de ese país suspensión de por vida para Taylor, quien recibió amenazas de muerte y fue perseguido hasta dentro de su automóvil por periodistas de Croacia, donde Eduardo, nacido en Brasil, era estrella de la selección.

¿Sólo en Inglaterra se juega de modo tan brutal? Este mismo martes, mientras el diario Sun mostraba la foto del nuevo planchazo de Taylor, en Italia, el club Milan emitió un comunicado oficial en su página web denunciando que el brasileño Kaká está siendo sometido "a una caza" por defensores rivales.

Lo más grave, según Milan, es que los golpes son científicos ("buscan dañar") y, además, responden a un plan, porque los rivales se alternan en la tarea a fin de evitar ser expulsados, "ante la pasividad de los árbitros".

Milan advirtió que, de seguir así, Kaká, mejor jugador del mundo en 2007, podrá sufrir el mismo destino que su goleador holandés Marco Van Basten, obligado a retirarse a los 28 años, a causa de los golpes rivales.

El comunicado tuvo amplia difusión en Brasil, ya preocupado por la nueva lesión que parece anticipar un retiro prematuro, con sólo 31 años, de Ronaldo, el mejor atacante del mundo en los últimos años.

Contra los que le sugieren por qué no ir planificando un retorno al fútbol brasileño, a su amado Flamengo, como parte de un nuevo negocio, Ronaldo, mucho más prudente, afirmó que su prioridad futura es poder caminar normalmente junto con su hijo.

Ronaldo, según afirman distintos médicos, sufrió sus continuas y graves lesiones en los tendones de las rodillas porque estos quedaron débiles para músculos que fueron fortalecidos con esteroides anabólicos cuando inició su aventura en Europa, con apenas 17 años de edad. Los atacantes rápidos, como lo era Ronaldo, suelen sufrir golpes permanentes, lo mismo que los hábiles, como, según parece, le sucederá al chileno Alexis Sánchez en River.

Y cuando la velocidad se combina con la habilidad, las piernas de ese atacante se convierten en un tiro al blanco. Ese, justamente, es el caso de Lionel Messi, que otra vez atraviesa un momento de oro en el Barcelona. Pero desde la tele, hay que confesarlo, uno tiembla cada vez que arranca en esas carreras imparables y ve de qué modo lo persiguen sus marcadores.

EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES