NEUQUÉN (AN).- No tienen agua para ellos, ni para regar las pocas verduras que pueden producir, ni para sus animales. Por eso ayer cerca de medio centenar de vecinos de Colonia Nueva Esperanza salió a cortar la ruta 7, que une esta ciudad con Centenario. Así tratan de presionar por soluciones del municipio y el gobierno provincial, ante las sucesivas postergaciones.
Cerca de las 9, salieron a la estratégica ruta provincial, y cruzaron sus carros tirados a caballo, y colocaron banderas con las consignas de sus reclamos. Instalaron dos piquetes, en ambos tramos de la ruta.
La policía derivó el tránsito por un camino alternativo, que pasa por el mercado concentrador y por la Unidad Penitenciaria 11. Hubo demoras para los conductores, porque el camino optativo es de tierra y requiere de un rodeo más extenso que el paso directo que supone circular por la ruta.
El grupo asegura que el agua que recibe es insuficiente. Por un lado hasta Nueva Esperanza llega, por una red, agua para el riego. El líquido no es potable. Y es insuficiente: "Se nos queman todos los tomates, todas las lechugas que plantamos. No hay verdura que uno plante y que pueda crecer", describió Carlos Arellano, que junto al resto de los que protestaron no ocultó su enojo y cargó contra "un convenio que el municipio tiene con la empresa Pluspetrol", para el abastecimiento del riego.
Estos vecinos afirmaron que hace unos 15 años que comenzaron a afincarse en la zona de la meseta. Se trata de un de los lugares con más serios inconvenientes de servicios en la capital. Hacia allí fueron con el estímulo de trabajar la tierra.
Lo cierto es que con el paso del tiempo, las mejoras en la Colonia siguen sin aparecer. En su mayoría son familias de bajos recursos, que también le reclamaron al municipio que mensure las parcelas donde viven y "una tasación de las tierras, y una inmediata opción a compra, porque la mayoría sólo tiene una tenencia".
Pero el principal planteo es por la llegada de agua. Señalaron que para consumo humano, el líquido sólo les llega mediante transportes. "Dependemos de los camiones. Si no vienen, nos quedamos sin agua", dijo Hérica Lisaucas.
"Un productor sin agua no puede producir. Tenemos que pensar si le damos agua a los animales o a las plantas", señaló Arellano.
Al cierre de esta edición, el grupo de vecinos seguía cortando la ruta, y según dijeron no habían tenido contacto con las autoridades provinciales y municipales.
