VIEDMA (AV)- Los cuerpos deslumbrantes y contorneados que ofertan sexo en medio de la Ruta Nacional 3, durante la noche, provoca divisiones en un barrio de esta ciudad aledaño a la denominada "zona roja".
Esta controversia motivó una reunión entre el Consejo de Seguridad Ciudadana y los vecinos del barrio San Martín con el propósito de zanjar diferencias frente a los problemas que ocasionan los paseos nocturnos.
El escenario se extiende a unos 1.000 metros de esa ruta, entre las garitas de estacionamiento de dos rotondas emplazadas allí. Sus banquinas están cubiertas por una densa arboleda que durante las noches no hay suficiente visibilidad como consecuencia de un deficiente sistema de iluminación.
Para los vecinos esto representa un verdadero peligro, comentaron algunos asistentes al encuentro frente a la inusual cantidad de autos que ingresan al barrio o bien se internan en la tupida arboleda.
A ello, se suma que en las inmediaciones funciona un cabaret y durante los fines de semana se producen numerosas situaciones conflictivas teniendo como protagonistas a personas en estado de ebriedad.
La comisaría 34° que tiene al barrio bajo su jurisdicción sólo cuenta con 14 efectivos y dos móviles para efectuar las rondas en un área en la que viven más de 10.000 personas.
En ese sector ubicado al Oeste de la ciudad no existe posición unánime. Algunos vecinos se sienten molestos por su presencia mientras que otros lo consideran beneficioso al creer que hay más presencia policial con asiduas rondas; según reveló el presidente de la Junta Vecinal, Hugo Zanotti.
No obstante, el subsecretario de Juntas Vecinales, Mario Fernández, recibió un planteo para aplicar límites en el funcionamiento de la actividad que despliegan "travestis" y mujeres que ejercen la prostitución.
Para ello se analizará inicialmente con el área de Obras Públicas del municipio trazar un nuevo diagrama para circunscribir a una sola calle colectora los ingresos al barrio; explicó el funcionario.
La intención sería reconstituir una vía contigua al predio que tiene allí la Universidad Nacional del Comahue.
Junto a 40 vecinos participaron también del debate el subsecretario de Seguridad, Fabio Solaimán, el titular de la comisaría 34° Gustavo Calvo y el presidente del consejo de seguridad, Pablo Meriño. Las autoridades gubernamentales pidieron tiempo como para encontrar otro tipo de soluciones.
