Lunes 25 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 26 > Sociedad
Donaron órganos del juez de Paz fallecido

ROCA (AR)- La voluntad del juez de Paz de Allen, Dante Rossi, de donar sus órganos y dar vida después de su muerte, se cumplió ayer pasado el mediodía luego de una ablación que se realizó en el Sanatorio Juan XXIII.

La cirugía permitió recuperar los riñones que minutos después partieron a Buenos Aires, a bordo de un avión sanitario, y en medio de un importante operativo.

Pasado el mediodía, según informó la doctora Claudia Berdichevsky, se inició la cirugía por la cual se lograron obtener estos órganos que ya tenían destinatarios, tras el operativo que fue organizado por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).

Médicos del CUCAI Río Negro, y especialistas que habían llegado desde Buenos Aires, llevaron adelante la ablación en el Sanatorio Juan XXIII. Y apenas se lograron obtener los órganos, se ordenó un traslado en ambulancia hasta el aeropuerto de Neuquén, desde donde partieron con destino a Buenos Aires.

 

Muerte

 

En medio de un profundo dolor, varios de sus familiares aguardaron la finalización de la cirugía, luego de que el sábado -cerca de las 10- los médicos que lo asistían determinaron la muerte cerebral del juez de Paz de la ciudad de Allen.

Rossi había manifestado en vida su condición de donante, por lo que se iniciaron los procedimientos para llevar adelante la ablación que finalizó cerca de las 13.

El funcionario de la Justicia resultó gravemente herido en un accidente del tránsito ocurrido el viernes, cuando fue arrollado por una camioneta en pleno centro de la vecina localidad.

El accidente se produjo cuando salió del Sanatorio Allen, que se encuentra ubicado en calle Tomás Orell, y a pesar de la asistencia, sufrió lesiones severas que con el transcurrir de las horas fueron agravando su cuadro.

La noticia de su muerte causó un profundo pesar en toda la comunidad de Allen, no solamente por la personalidad de Rossi, quien era ampliamente reconocido, sino por la delicada función social que cumplía.

Fueron múltiples las expresiones de vecinos y amigos, que dejaron sus mensajes a través de la edición online de "Río Negro". La familia Herrera, Dante y Delia Esther -entre otros- fueron alguno de los lectores que manifestaron su pesar por la irreparable pérdida.

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