El Foro de Periodismo Argentino (Fopea), que reúne a periodistas de todo el país, manifestó ayer su "firme protesta" por la decisión del Gobierno de echar el sábado pasado a unos 50 periodistas argentinos, brasileños y bolivianos de la sala de periodistas de la residencia presidencial de Olivos que estaban cubriendo la cumbre entre los presidentes de la Argentina, Cristina Kirchner, de Brasil, Lula Da Silva y de Bolivia, Evo Morales.
Además, expresó su reclamo para la actitud del gobierno argentino de dar poca información sobre el encuentro lo que sí hizo el gobierno brasileño.
Fopea, a través de un comunicado, sostuvo que "el acceso a las fuentes de información y la democrática herramienta de la conferencia de prensa son instrumentos indispensables para el trabajo de periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos".
Los hechos sucedieron el sábado en la residencia presidencial de Olivos, donde la presidenta Cristina Kirchner tuvo una reunión crucial con sus pares de Bolivia y Brasil, Evo Morales y Lula, para negociar la acuciante necesidad de obtener más gas y volver a aventar, al menos circunstancialmente, el fantasma de la crisis energética. Pero no hubo una sola información a la prensa y los periodistas fueron echados a la vereda de la histórica casa, resignados y acostumbrados al maltrato desde el poder.
El resultado de la reunión lo pudo conocer la prensa a través de Lula Da Silva, quien no tuvo inconvenientes en informar que las negociaciones no habían progresado.