MADRID.- Los debates televisivos entre los principales candidatos antes de unas elecciones forman parte de la cultura política en muchos países. No así en España, donde hay que retroceder 15 años en el tiempo para encontrar el hasta ahora último duelo de este tipo. Fue en 1993, cuando se enfrentaron ante unos diez millones de teleespectadores el entonces presidente del gobierno, el socialista Felipe González, y su rival conservador, José María Aznar.
Pero el cara a cara que protagonizarán hoy el actual jefe del Ejecutivo y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el aspirante del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ha generado una enorme expectativa no sólo por ser el primero en tres lustros.
La relevancia de este debate, en el que habrá una segunda vuelta en una semana, el próximo 3 de febrero, radica en que su resultado puede ser decisivo para el desenlace de las elecciones legislativas del 9 de marzo, según coinciden analistas políticos y sociólogos. Esto se debe a que las encuestas dan prácticamente un empate técnico entre el Partido Socialista (PSOE) de Rodríguez Zapatero y el conservador PP de Rajoy. Así las cosas, el duelo televisivo puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado, sobre todo teniendo en cuenta que hay alrededor de un 30 por ciento de electores indecisos.
Otro aspecto que confiere especial interés a esta cita es que el PP viene de perder el debate electoral que el pasado jueves enfrentó a su candidato a ministro de Economía y Hacienda, Manuel Pizarro, con el actual titular de la cartera, Pedro Solbes, ante una audiencia de casi cinco millones de teleespectadores, una derrota que obligará a Rajoy a recuperar terreno perdido.
La razón fundamental por la que no se había vuelto a ver un debate de estas características desde 1993 son las encuestas: en las campañas posteriores siempre hubo un claro favorito, y éste se negaba a enfrentarse a su rival ante las cámaras, convencido de que era más lo que arriesgaba que lo que podía ganar.
En 2004, por ejemplo, Zapatero, como líder de la oposición, retó a Rajoy, delfín del entonces gobernante Aznar, pero éste se negó. En el PP reconocieron después del inesperado triunfo socialista que esa decisión había sido un error. Esta vez, Rajoy accedió. Y tras varias semanas de duras negociaciones, en las que también se acordaron los temas a debatir, los jefes de campaña de ambos partidos decidieron que el cara a cara a doble vuelta tuviese lugar el 25 de febrero y el 3 de marzo y que, en aras de la neutralidad, el debate fuese transmitido no por un canal en concreto, sino por la Academia de Televisión.
El PSOE había defendido inicialmente que el duelo tuviese lugar en la cadena pública TVE, pero el PP se opuso, alegando que se trata de un canal progubernamental.
En cambio, el equipo de Rajoy propuso como escenario las cadenas privadas Antena 3 y Tele 5, lo que fue rechazado a su vez por los socialistas, para quienes esos canales simpatizan con el PP. La elección finalmente recayó en la Academia, que ofrecerá la señal en abierto para todos las cadenas.
Los moderadores, también por acuerdo de ambos partidos, serán dos periodistas de reconocida trayectoria: el "árbitro" del primer debate es el propio director de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal, quien ya condujo en 1993 el cara a cara entre González y Aznar, mientras que el segundo estará a cargo de Olga Viza. (DPA)