Sábado 23 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
"El día del crimen Ana iba a donar sus bienes"
Revelador testimonio de la escribana Chertudi. Para la querella, "se va perfilando el móvil económico".

CIPOLLETTI (AC).- El 17 de setiembre de 1999 Ana Zerdán pensaba iniciar el trámite para donar sus bienes a su sobrina María Eugenia, a quien quería como la hija que nunca tuvo. Pero no alcanzó a hacer la gestión porque la escribana tuvo que viajar. Esa misma noche, la mataron.

La "inmediatez" de esta donación se conoció recién ayer al escuchar a Olga Chertudi, la profesional a quien la víctima iba a llevarle toda la documentación. "Se va perfilando el móvil económico. Se robustece la afirmación que hicimos en su momento", destacó la querella.

Chertudi introdujo además otro indicio relevante que no había aportado en la declaración que hizo en la instrucción: dijo que Ana le consultó más de una vez si era cierto que el concubino no tenía derecho a la herencia. "Era casi como que no me creía", recordó con solidez.

Como lo han hecho otros testigos a lo largo del debate, la escribana inició su testimonio valorando a la víctima por su actitud solidaria. "Fue un ejemplo de vida", dijo. Ana Zerdán era su cliente pero también compartían actividades políticas militando en el partido radical. Visitaban juntas los barrios carenciados.

"Ana siempre estuvo interesada en donar", comenzó diciendo la testigo al Tribunal. Dijo que sobre todo, unos 10 ó 15 días antes del homicidio "estaba muy inquieta, muy apurada en hacer la escritura de donación". El tema surgía, pero Chertudi le decía que tenía que llevarle los títulos para poder iniciar el trámite; de lo contrario "no podía hacer nada".

"Olga, el viernes te traigo toda la documentación", dice que le expresó Zerdán días antes. Pero ese 17 de setiembre ella tuvo que viajar a La Pampa y no la pudo recibir. Estando en Santa Rosa se enteró "que había sido asesinada".

Para el abogado de la familia, Oscar Pandolfi, esto demuestra que "el apriete" se desencadenó "cuando Juan Carlos Aguirre (concubino de Zerdán) se enteró que Ana iba a hacer la donación a favor de María Eugenia".

Las cuestiones económicas surgieron también ayer con el testimonio de Raquel Zulema Scianca, tesorera de la cooperadora del hospital de Cipolletti. La mujer habló de la rifa que organizó Juan Carlos Aguirre para la institución.

"No había nada firmado, era todo de palabra", comentó la testigo. Aseguró que el ahora imputado entregó 12.000 pesos y que "aún está debiendo 4.000".

Entre los pagos, dijo que aparecieron dos cheques de Ana Zerdán (que era vicepresidenta de la cooperadora): uno por 150 pesos y otro por 200. "No existen los montos exorbitantes de los que hablaba la querella", remarcó el defensor Jorge Larrea.

Scianca contó también que nunca les informaron qué número había salido sorteado. "No sabíamos nada. Los compradores preguntaban y no sabíamos", aseguró. No recordó si entre las consultas estuvo la de algún ganador.

"Es un episodio más de la historia del aprovechamiento económico de Ana Zerdán por parte de Juan Carlos Aguirre", evaluó Pandolfi.

La jornada de ayer fue corta. Declararon sólo cuatro testigos. Uno de ellos, por primera vez empezó a dar elementos a la defensa sobre la pista del agua en Añelo (ver aparte).

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