Sábado 23 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
De Al Qaeda y las FARC

Marcelo Birmajer habla sin ambigüedades sobre política, y a veces la injusticia que percibe en el tratamiento de ciertos temas le hace sentirse impelido a hacer públicas sus opiniones, como en el caso de las encendidas defensas que hace de figuras no demasiado apreciadas entre la llamada intelectualidad progresista, como el ex presidente del gobierno español José María Aznar en su apoyo a la guerra de Irak o el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, en su lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Había un maltrato excesivo contra Aznar", recuerda. En la defensa pública que hizo del entonces presidente popular "quería señalar que la destrucción de las Torres Gemelas en septiembre de 2001 fue un ataque contra las democracias occidentales, y fue realmente el inicio de una guerra mundial entre el fundamentalismo islamista contra Occidente".

"Existe una ideología liderada por Al Qaeda, Hamas, Hizbollah, Yihad Islámica, Al Fatah que realmente son aliados en las sombras y constituyen un bando que se opone ideológica y materialmente a lo mejor de Occidente: la democracia liberal, el concepto de individualidad, la igualdad entre el hombre y la mujer, la propiedad privada, la sociedad abierta. Se oponen a lo poco de bueno que ha conseguido instaurar Occidente a lo largo de milenios", afirma.

"En ese momento en que las democracias occidentales estuvieron en peligro, el apoyo a Estados Unidos de Aznar fue muy refrescante y muy necesario. No desde lo material, porque el aporte de Aznar a Bush en la segunda guerra del Golfo fue muy inferior al de Felipe González a Bush padre en la primera", subraya. En el caso de Uribe, "es mucho más fácil defenderlo", continúa. "Yo estuve en Colombia doce veces. En los primeros viajes las editoriales no me permitían caminar por el 70 por ciento de Bogotá. Desde que gobierna Uribe nadie me anticipaba por dónde caminar o por dónde no, tenía Bogotá a mi disposición. No me cabe duda de que las FARC son un grupo de asesinos, narcotraficantes, secuestradores seriales y psicópatas, y que Uribe es un presidente votado por el pueblo que mantiene la libertad de expresión tan imperfectamente como el resto de los gobernantes democráticos latinoamericanos, con la diferencia de que el la mantiene en un país que está en un 15 por ciento dominado por un grupo de asesinos". (DPA)

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