MADRID (DPA).- El escritor argentino Marcelo Birmajer elabora luminosas reflexiones sobre la naturaleza humana hurgando en las relaciones de pareja y las infinitas posibilidades de su fracaso en forma de celos, infidelidades, fantasías realizadas y frustradas, como queda claro en la serie iniciada en 1999 con "Historias de hombres casados" (1999).

Deteniendo momentáneamente la mirada masculina y metiéndose en la piel de una cuarentona exuberante que despierta los peores impulsos entre los hombres, Birmajer estuvo en Madrid para presentar su última novela, "Historia de una mujer", aunque también conversó con DPA sobre política, la peculiar disyuntiva de la literatura argentina actual y el fenómeno de los blogs.

"La belleza no genera sentimientos nobles, más bien afán de posesión y destrucción, aunque lo políticamente correcto sería afirmar lo contrario", sentencia Birmajer. "Es verdad que el mundo es muy vasto y puede haber alguna historia de amor que tenga final feliz, pero yo lamentablemente no la conozco".

"La pregunta es si la belleza es lo que genera este afán belicoso o si este afán preexiste a todo y lo que buscamos permanentemente son excusas para darle rienda suelta".

"Historia de una mujer", aunque extemporánea -"una novela de los años 50", según su autor-, contiene verdades inalteradas desde los tiempos de las cavernas hasta los actuales, donde "ser mujer es la mejor plataforma para lanzarse en política". Pero "la mirada masculina no se modificó. El hombre mira a una mujer presidente y la mira igual que a cualquier mujer que pase por la calle. Su pregunta interna es ¿me acostaría con ella o no?"

La belleza como maldición, tanto para sus portadores como para los que intentan conquistarla, desafía a primera vista el sentido común en una época en la que, más que nunca, las buenas apariencias parecen abrir un sinnúmero de puertas. "¿Qué hay en nosotros que nos hace desear destruir lo bello? Todos estamos permanentemente peleando contra nuestro impulso de arruinarnos la vida".

Este impulso encuentra un tentador blanco en la belleza femenina, asegura Birmajer. "Cuando una va por la calle en Buenos Aires y ve pasar a una mujer hermosa, las cosas que le dicen los hombres generalmente no están vinculadas con la compañía o el amor". Los piropos elegidos son más bien "te voy a matar, te voy a partir, te voy a destruir".

La literatura argentina actual se encuentra para el autor en una particular encrucijada. "Creo que hay un gran debate entre narrar una historia o no narrarla. Yo leo autores argentinos con la propuesta de que

los chistes sean malos, que no haya suspenso, que la historia no pueda seguirse, que la novela sea un monólogo de la vida real del autor sin estar obligado a hilar una historia coherente", se queja. "Y lo dicen explícitamente: no queremos eficacia, no queremos impacto, no queremos admirar al lector. Yo no sé qué quieren, pero expresan claramente lo que no quieren".

Birmajer tiene también una opinión formada sobre la infinidad de blogs que pululan por Internet, y su artículo "Contra la blogolización" despertó ampollas en la comunidad "bloggera" . "Yo decía que no necesariamente un blog es una obra de arte literaria. Aparecieron muchos críticos que decían que la nueva literatura son los blogs, por el texto entrecortado, la intimidad absoluta, la subjetividad absoluta, escribir sin pensar en ningún tipo de gramática ni límite. Yo decía que la mayoría de esos blogs, donde aparecen insultos, o se dice 'estoy en pelotas escribiendo desde mi cama, ahora estoy garchando y me fumo un porro', y querer convertir eso en un nuevo tipo de expresión, me parece un desacierto total. Ahora, hay millares de blogs dedicados a la crítica literaria la literatura de viajes, al intercambio de saber, de bienes culturales que son hermosos", matiza. "Hay blogs a los que concurro mucho. Nunca estuve contra el medio, pero sí contra algunas licencias que el medio permite".