| CIPOLLETTI (AC).- Por primera vez, un testigo vinculó ayer el crimen de la bioquímica con los análisis sobre la presunta contaminación del agua en Añelo. "Calculo que Zerdán dejó de hacer los análisis cuando descubrió que el agua tenía mercurio. Ahí salió el problema, que había que terminar con ella", dijo Pedro Cáceres Soto. Pero cuando el presidente de Tribunal, Guillermo Baquero Lazcano, le pidió precisiones, el hombre aclaró: "es una conclusión personal". "Empieza la catarata del agua", dijo exultante el defensor Jorge Larrea, tras tres intentos frustrados de instalar el tema. El primero fue cuando el socio de la víctima aclaró que Zerdán no estaba realizando ninguna investigación sino que sólo hizo dos análisis de sangre y que las muestras enviadas a Bahía Blanca arrojaron que estaban dentro de los valores "normales". El segundo, cuando declaró el asesor de Repsol y dijo que en una prueba anticipada el INTI había determinado que la presencia de hidrocarburos era "tan ínfima" que no tenía incidencia en el agua; y el tercero, con un testigo que ni siquiera recordó haber hecho una denuncia en la fiscalía de Neuquén. Cáceres Soto sí dio detalles sobre el tema. Dijo que se le murió la mujer de cáncer "por la contaminación del agua en Añelo" y que también él sufrió las consecuencias. "Los síntomas eran respiratorios, como que faltaba el aire", aseguró. Habló también de "calambres en las piernas y como que se agarrotaban los dedos". Por esta problemática comenzaron a comprar bidones de agua. Ahora ya no vive allá. "Esta señora (por Zerdán) era la que tenía los análisis", dijo. Calculó que "más de 30 personas" se hicieron los estudios con ella, aunque según Roberto De la Vega, el socio de la víctima que declaró hace días, sólo fueron "dos pacientes". "En Añelo hay chicos defectuosos, que parece que las autoridades ignoran", describió ayer el testigo. Larrea anticipó que en la audiencia del 29 vendrá "la parte gruesa" sobre esta hipótesis. Declararán Leopoldo Max Araneda y Nora Apablaza Brito, impulsores de las denuncias. "Son muchísimos más pacientes, no dos", aseguró el abogado, contradiciendo los dichos de De la Vega. | |