El Ejército de Turquía lanzó una gran ofensiva terrestre con el propósito de poner fin a las acciones de los rebeldes kurdos en el norte de Irak y, al mismo tiempo, no quiere desestabilizar la región.
Las noticias sobre la incursión, que fue dada a conocer por el Estado Mayor turco en su página web, causaron gran sorpresa en la comunidad internacional, a pesar de que el ataque estaba siendo anunciado desde hacía ya casi un año y a pesar de que el Parlamento había aprobado la medida en octubre de 2007. En el comunicado, el Ejército expresó claramente que el objetivo militar es librar la región del norte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El PKK actúa desde el norte iraquí desde 1991, año en que la ONU impuso al Ejército de Saddam Hussein una zona en la que estaba prohibido realizar vuelos.
En consecuencia, los kurdos del norte gozaron de una semi-autonomía y el PKK aprovechó el vacío de poder para establecer sus bases en la región. Turquía no hizo la vista gorda. Lanzó cuatro operaciones de gran escala con el mismo objetivo que la misión anunciada ayer. Pero ninguna de estas operaciones fue lanzada en invierno, y eso es lo que hizo que el anuncio de la actual incursión fuera tan sorprendente. Por añadidura, a pesar de que cada una de las operaciones previas fueron calificadas de "exitosas", siempre fallaron en su intento por desterrar al PKK de la zona.
Desde 1984, año en el que el PKK lanzó su ataque por la autonomía o independencia del sureste de Turquía, habitado mayormente por kurdos, han muerto 32.000 personas. Desde el pasado diciembre, Turquía ha lanzado cinco ataques aéreos contra del PKK.
Aún no se puede decir por qué se ha elegido este momento para atacar. Progresar en la nieve y con las bajas temperaturas de la región montañosa será difícil. Algunos comentadores turcos opinan que la decisión fue tomada tanto para sorprender al PKK como para interrumpir los planes de ataque a Turquía, que por lo general suelen ser en primavera. Para Turquía el objetivo está claro: librar la región del PKK. A juzgar por los resultados de las incursiones de 1992, 1995 y las dos de 1997, será muy difícil de lograr. (DPA)
