Viernes 22 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
La nieta recuperada acusó a sus apropiadores
Declaró que tuvo una relación "espantosa" con el matrimonio que la crió. María Eugenia Barragán es hija de una militante desaparecida.

María Eugenia Barragán Sampallo, la hija de desaparecidos que recuperó su identidad y ahora querella a sus apropiadores, aseguró ayer que mantuvo una relación "patética" y "espantosa" con el matrimonio que la crió y aseguró que el ex militar acusado reconoció ante ella haber sido quien la entregó a la pareja.

Ante el Tribunal Oral Federal 5, la joven aseguró que el ex capitán del Ejército Enrique José Berthier, amigo de sus padres, reconoció ante ella que él medió en su entrega y que una vez lo escuchó decir que llevaba "el alemán en la sangre", algo que después unió con el accionar nazi que lucieron represores que operaron en los centros clandestinos por los que pasaron sus padres. Pero además cargó fundamentalmente contra sus falsos padres, Osvaldo Arturo Rivas y María Cristina Gómez Pinto -a quienes mencionó en todo momento por el apellido-: ellos le negaron en todo momento saber de dónde venía, se quejaban de que hiciera tantas preguntas y le reprochaban que era una "desagradecida" porque ellos le habían dado comida, educación y vivienda.

Nacida a fines de enero o principios de febrero del vientre de Mirta Mabel Barragán, una militante que fue secuestrada cuando tenía seis meses de embarazo, la beba fue anotada con una partida falsificada como María Eugenia Violeta Rivas y recién a los 7 años supo que era adoptada.

En 1989, una denuncia anónima alertó a los organismos de derechos humanos que la niña habría sido apropiada y la situación derivó en un análisis de ADN cuyo resultado nunca supo.

Desde entonces, la relación con sus apropiadores (que se separaron) cambió para siempre sobre todo cada vez que ella preguntaba por su origen

Según relató, Rivas "fue un hombre que siempre estuvo al margen de todo, no quería ninguna responsabilidad con nada que tuviera que ver conmigo", mientras que con Gómez todo diálogo terminaba en una "discusión" diciendo que para qué preguntaba esas cosas.

Por última vez, en el 1999, ya alejada de la casa de la mujer, intentó probar suerte otra vez y tras una discusión se sorprendió cuando Gómez ya en la puerta del edificio le recomendó ir a la televisión al programa "Gente que Busca Gente" para encontrar a su familia. "Ahí me di cuenta que nunca habían tenido ganas de ayudarme a encontrar a mis padres y corté toda relación", añadió.

Rivas la llamó tiempo después para pedirle ayuda económica y alojamiento. En el 2000, finalmente, llegó el análisis de ADN y un año después la confirmación de que era hija de Mirta Mabel Barragán. "Me mostraron junto al análisis, una carpeta con una hoja en que estaba la foto de mi mamá y una denuncia de pocas líneas diciendo como desapareció". Fue así que al día siguiente conoció a su abuela, a sus tías y a su hermano, hijo de otro padre, quien se salvó de correr el mismo destino porque fue rescatado en una comisaría.

(DyN y Télam)

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