NEUQUÉN (AN). En la última semana quedó claro que el acueducto Leguizamón, uno de los más importantes de la red de aguas capitalina, no resiste más reparaciones. Con tres arreglos en la misma semana, ayer los materiales volvieron a ceder y dejaron, una vez más, sin agua a los barrios del noroeste, que pasaron el verano entre cortes y anuncios de restablecimiento del servicio.

El problema, reconocido oficialmente en cada oportunidad en la que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) debe explicar a los vecinos las razones por las por las que deben soportar la falta del servicio, consiste en que los caños no resisten la presión que se necesita para llevar agua desde el bajo al sector de bardas. En la última semana, cedió en dos oportunidades en el tramo ubicado dos metros por debajo del arroyo Durán, sobre calle Gatica; mientras que ayer, el ducto se rompió también sobre Gatica, pero en el tramo entre Sarmiento y Alcorta. En ese mismo lugar se debieron realizar reparaciones el mes pasado, cuando se anunció el reemplazo de varios metros del ducto debido a las roturas sucesivas.

Pero a pesar de estar dentro de las obras previstas por la emergencia hídrica que el gobernador Jorge Sapag declaró para la capital y otras cuatro ciudades el mes pasado, el sistema Leguizamón continúa generando problemas. En enero, colapsó en cuatro oportunidades y en lo que va del mes lleva otras tres averías similares que generan la indignación de los vecinos y que se traducen en varios días sin el servicio. Es que en la última semana se repitió

la fórmula: apenas un par de horas después de que el EPAS anunciara la reparación exitosa de las roturas, nuevas averías en el mismo lugar hacían emerger chorros de agua con alta presión, que es justamente la que se necesita para poder impulsar el fluido hasta los barrios de la barda.

En general, los barrios que más sufren las fallas en el sistema Leguizamón son Alta Barda, Copol, 14 de Octubre, Salud Pública, sector Noroeste, Área Centro y Gamma, que los que ayer se les volvió a cortar el servicio. Según la información oficial difundida a última hora de ayer, después del mediodía se restableció la provisión de agua sin que se detectaran nuevas averías. Desde el EPAS, en enero pasado y posterior a la declaración de emergencia, se anunció el reemplazo de 450 metros del acueducto Leguizamón, que toma agua del río Limay y la lleva, atravesando la ciudad y alimentando a numerosos barrios sobre calle Gatica, hasta la barda. Un informe técnico del organismo explicó que los problemas que se generan por las diferencias de presión entre los ductos troncales y las cañerías que dotan de agua a los barrios, se agudizaron con un envejecimiento prematuro de los materiales y que la única solución era el recambio. Pero a un mes del anuncio, el Leguizamón, tal como se comprobó en la última semana, sigue generando problemas a los vecinos.