Viernes 22 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Demasiada preservación

CIPOLLETTI (AC).- Las quejas por cómo se preservó el lugar del hecho en el triple crimen parece que calaron hondo en algunos policías. Tanto, que en el caso de Ana Zerdán ni siquiera se animaron a destapar el cuerpo para comprobar si la mujer estaba viva o muerta. La consigna fue "no tocar nada".

El primero en describir esta situación fue Enrique Gutiérrez, uno de los primeros efectivos que llegó al laboratorio tras el llamado de Juan Carlos Aguirre. El testigo comenzó diciendo que no alcanzaron a destapar el cuerpo, que "estaba tapado".

-¿Cómo sabía si estaba muerta? -le preguntó el presidente de la Cámara Segunda, Guillermo Baquero Lazcano.

"No tenía movimiento, estaba tapado", fue una de las respuestas que dio el policía.

- "Lo primero que se debe hacer es determinar si la persona está viva o muerta. Eso es clave. Lo primero es el auxilio a la persona", le manifestó Baquero Lazcano haciendo docencia. Y el interrogatorio cambió de rumbo.

Pero el tema retomó cuando ingresó José Becerra, el otro policía que entró al laboratorio en la madrugada del 18 de setiembre de 1999. "No nos acercamos para nada. Volvimos hacia atrás. No pisamos. No tocamos nada", resaltó Becerra.

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