Viernes 22 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Internacionales
Derribaron un satélite espía con un misil
Oficialmente fue para proteger áreas pobladas, pero hay objetivos militares.

HONOLULU, EE. UU. (AFP/DPA) - Un misil lanzado desde un buque de guerra estadounidense interceptó con éxito un antiguo satélite espía norteamericano a la deriva, para evitar, según el gobierno, que cayera en la Tierra con el tanque lleno de un combustible altamente tóxico.

Además de la protección del ambiente y las personas, Washington tenía razones de seguridad militar para la acción, criticada por Rusia y China. Nadie duda de que el satélite artificial, que estaba fuera de control, constituía un peligro si caía en áreas pobladas.

Pero eso por supuesto que no descarta que el Pentágono haya hecho de la necesidad una virtud: el derribo promete un rico botín de datos sobre la utilidad del sistema de defensa antimisiles como arma antisatelital. Estados Unidos tuvo la oportunidad de una prueba del sistema, que en otras circunstancias también hubiese incluido en el plan a los aliados occidentales. "El 'USS Lake Erie', un buque de guerra de la clase Aegis, disparó un misil táctico SM-3 que impactó contra el satélite a unos 247 km de altitud sobre el Océano Pacífico cuando se desplazaba por el espacio a más de 11.265 km/h", anunció el Pentágono.

El satélite espía, del tamaño de un autobús, estaba a la deriva y su tanque contenía hidracina, un combustible para los motores de los satélites altamente tóxico. Portavoces militares dijeron que el misil redujo el satélite a piezas del tamaño de una pelota de fútbol, aunque el Pentágono dice no estar 100% seguro de haber destruido el tanque de combustible. "Hasta ahora no hemos visto nada más grande que un balón de

fútbol", declaró el jefe adjunto del estado mayor conjunto estadounidense, general James Cartwright, durante una conferencia de prensa.

Hay "un alto grado de certeza de que golpeamos el tanque", que era el objetivo establecido, pero "aún no podemos afirmarlo de manera cierta", precisó.

Algunos países, como Rusia y China, mostraron su preocupación por esta operación, que consideraron un ensayo antimisiles. "China pide a Estados Unidos que respete seriamente sus obligaciones internacionales y proporcione rápidamente a la comunidad internacional la información necesaria para que los países afectados puedan tomar sus precauciones", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Jianchao. "Estamos dispuestos a compartir lo que, de manera apropiada, podamos", dijo al respecto el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, quien negó que Washington busque encubrir secretos tecnológicos o estar haciendo una demostración de poder.

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