Viernes 22 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Un desahogo para la demencia senil
Hoy, a las 21, se presenta el libro "Naufragar en las sombras", de Leticia Martínez.

ROCA (AR).- La demencia siempre asusta. Pero la demencia senil, además, genera frustración.Leticia Martínez supo, sin embargo, convertir el dolor de acompañar a un ser querido (su tía), la culpa que genera la impotencia ante lo desconocido, y la desazón de saber que no hay salida para ese callejón, en un libro. Un texto tan catártico y personal como universal. Es que "Naufragar en las sombra. Crónica de una demencia", puede leerse como el doloroso camino personal de una mujer que ha decidido estar junto a su tía en ese difícil naufragio. Pero también como un texto literario, e incluso de ayuda para quienes estén o hayan pasado por una situación similar.

El libro, editado por Avelopea Editorial, se presentará hoy a las 21, en Quimué Libros, en España 1.471 de General Roca, y será presentado por el psiquiatra Luis Di Giacomo, que es además prologuista.

Justamente Di Giacomo, en el prólogo, explica que la "obra bien podría ser leída como una ficción, una novela corta, un drama. Pero también como un ensayo que, partiendo de lo experiencial por un lado, y de la formación psicológica de la autora por otro, intenta explicaciones a lo que sucede en el proceso de demenciación, tanto en la persona afectada, como en quienes la rodean".

Y es que la autora se implicó en el proceso de su tía desde que una vecina la alertó sobre su estado. Al principio, Martínez creyó que eran exageraciones. Pero cuando viajó a Buenos Aires y se encontró con su tía alucinando con monos, supo que iniciaba un camino sin retorno ni esperanza.

"Este no es un libro para especialistas", aclara Leticia Martínez, que sabe que lo escribió desde el desahogo. Aunque ella es licenciada en psicología, asegura que a la hora de poner el cuerpo en la tarea de ayudar a su tía, no había estudio que la ayudara. "Quizás pueda ser usado en grupos para saber cómo tratar a un anciano demente, para criticarme por haber hecho algunas cosas. Y como está escrito desde lo emocional,

quienes lamentablemente tengan que pasar por esto, quizás se puedan dar cuenta de que ni son unos hijos de puta por querer llevarla a un geriátrico, ni por pedir a veces que mejor muera, ni por hartarse de la situación".

En el largo proceso de acompañamiento, Martínez pasó de ser la sobrina Leticia a convertirse frente a los ojos de su tía, en Rafa (el hermano de la tía y el padre de Leticia). Pasó de querer explicarle la equivocación a intentar meterse en el rol. De enojarse por los comentarios, reproches y cuestiones personales que su tía tenía, a intentar comprender lo que tanto cuesta entender.

Martínez sabe que escrito "totalmente por catarsis". Un libro que nació como vía de escape a esas largas noches en vela en las que debía atender a su tía y no sabía qué hacer con lo qué sentía.

El consejo de una amiga, que había pasado por una situación similar con su madre, la empujó a usar ese material hecho exclusivamente con los contradictorios sentimientos que genera la demencia, y convertirlo en un libro. Un libro que ahora podrá ser leído como novela, como ayuda o como desahogo.

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