PRIMEROS PINOS (ACC).- La familia de Luis Aliaga insiste en llegar a una solución definitiva para el problema que se les suscitó con el Ejército Argentino, por los campos usados para la veranada en Primeros Pinos. El criancero sostiene que más allá del acuerdo por tres temporadas alcanzado con la dirección de Tierras Fiscales, es necesario avanzar en una respuesta de fondo a su situación.

El criancero Luis Aliaga habló con "Río Negro" para dar a conocer su preocupación ante el conflicto suscitado desde el año pasado, cuando fueron desalojados y su casa ubicada en Primeros Pinos, donde de manera habitual van a la veranada fue derribada.

"Tenemos el acuerdo y hasta el momento se está cumpliendo, entramos bien al campo pero lo que queremos es mayores garantías. No sé que va a pasar más más adelante", explicó. Junto a él hay dos familias más que están en idéntica situación, tal como mencionó.

Luego del episodio donde su vivienda fue derribada, se logró alcanzar un acuerdo entre la dirección provincial de Tierras Fiscales y el Ejército Argentino. Allí se convino la entrega de llaves de la tranquera para que la familia Aliaga utilice el campo para el pastoreo de sus animales.

El acuerdo que rubricó la provincia, a través de la dirección de Tierras dispuso "el desembolso de 4.500 pesos por temporada y el Ejército permite el ingreso de la familia y sus animales".

Sin embargo, Aliaga tiene sus reparos porque "el Ejército no se hace responsable de los daños a personas y o animales y puede, con 48 horas de anticipación y por cualquier medio a su criterio indicar que se retiren porque se realizarán ejercicios militares". Este convenio es por tres temporadas con opción a otras dos pero la preocupación del criancero es saber qué pasará después.

"Queremos dejar en claro que vamos a seguir luchando y llegar hasta las últimas consecuencias porque no nos quedamos conformes con este acuerdo. Fue simplemente que estuvimos obligados porque ya llegaba el tiempo de la veranada y no había otra opción", agregó a este diario.

Una de sus propuestas es que el Ejército reduzca parte del campo que tomaron para que "uno pueda ir tranquilo y esa es la parte más esencial del campo porque ahí está el agua, hay abrigo y leña", dijo.

"Lo que nos gustaría es sentarnos en una mesa y charlar. Si hubo errores de las dos partes bueno que lo podamos hablar pero ese día nunca llegó", mencionó Aliaga. Por otra parte, especificó que de la casa que habían construido en el campo y que fue derribada cuando se produjo el desalojo, hasta el momento no obtuvieron ningún tipo de resarcimiento económico.