Según un informe reciente de Human Rights Watch, falla en la retención escolar casi la mitad de los países del mundo. A esta realidad se le suma que, en muchas ocasiones, los trayectos escolares de jóvenes en situación de pobreza se transforman en historias de fracasos conducentes a la exclusión temprana. El círculo se cierra con adolescentes que, carentes de formación habilitante para el trabajo, se insertan tempranamente a un mercado laboral precarizado, en el sector informal y, en algunos casos, en condición de explotación.
El acceso a la educación impactaría en beneficios sociales y económicos para los países, pero significaría tocar estructuras sustentables de las que sólo disfrutan minorías.
La escuela se está volviendo inaccesible: con mucha frecuencia los debates teóricos recorren una serie de factores asociados tales como falta de medios económicos, evitación por parte de los potenciales alumnos de las normativas escolares y una iniquidad social que incluye a pocos, dejando afuera a muchos niños, niñas y jóvenes.
La experiencia educativa además nos hace pensar en que el aburrimiento de los alumnos se emparenta más con una falta de significación otorgada al aprendizaje más profundo, que con cuestiones pedagógicas o de infraestructura.
En este contexto, las organizaciones sociales implementan programas de inclusión orientados a jóvenes. Se trata de procesos de ciudadanización que proponen un recorrido para la construcción de la noción de sujeto, como condición previa a cualquier oportunidad educativa. El tema de la inclusión de jóvenes obliga a desandar el camino histórico que parte de la escuela y de la fábrica como modelos reguladores de la sociedad y que termina en la actualidad, con estrategias de adaptación individuales fuera de toda regulación colectiva.
El éxito en los trayectos formativos flexibles hace posible elaborar una presentación del "sí mismo ante los demás" en un proceso de segregación y de ruptura del sentido vital.
Creemos, desde la FOC, que a partir de la experiencia del programa de inclusión socio-educativa Desafío hemos podido transitar de lo singular de una experiencia a un modelo transferible.
Con esfuerzo y creatividad, en cooperación con actores de la sociedad civil, el Estado y el empresariado, las organizaciones estamos haciendo posible que muchos jóvenes no sólo se inscriban en las propuestas sino que permanezcan, terminen la escuela, se capaciten en oficios y accedan al primer empleo.
Más información sobre el programa Desafío www.fundacionfoc.org.ar
LAURA PIÑERO (La autora es psicóloga e investigadora en temas de juventud, inclusión y empleo. Es máster en estudios culturales, de la University of Mc Gill, Montreal, Canadá. Coordina el proyecto editorial Jóvenes de la Fundación de Organización Comunitaria.)
Especial para la Red de Diarios en Periodismo Social