Independiente necesita seguir en la buena senda para intentar escapar del fondo de la tabla. Por eso, ayer se trabaja a full en La Caldera, con el firme objetivo de terminar con las tareas de refacción para l partido de mañana ante Atenas. Comenzará a las 22 y será arbitrado por Roberto Settembrini-Oscar Brítez.
Sucede que la dirigencia debió trabajar a contrarreloj para aumentar la capacidad del estadio y levantar vestuarios nuevos. Esa fue la exigencia que puso la AdC para permitir que el "Rojo" juegue allí el fin de semana (el domingo va con Quimsa). Caso contrario, debía trasladar la localía a Bahía Blanca.
"Estamos terminando los trabajos. Colocamos una platea más y con eso vamos a estar cerca de la capacidad que exige la AdC (2050)", señaló el presidente Gastón Sobisch.
El titular de la entidad "Roja" mandó fotografía de los acondicionamientos a la entidad rectora y ahora sólo resta que mañana llegue el comisario deportivo para que de el okey.
