Jueves 14 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
Por veredas distintas

BUENOS AIRES (ABA).- En medio de la impresionante diáspora radical, no es extraño que las fisuras también aparezcan entre los llamados K, esto es, los que jugaron con la fórmula de Cristina Fernández-Julio Cobos, contra Roberto Lavagna-Gerardo Morales.

La visita, el martes, de los intendentes bonaerenses Gustavo Posse (San Isidro) y Ricardo Ivoskus (San Martín) a Néstor Kirchner, en Puerto Madero, puso de manifiesto tanto la distancia entre estos y la conducción nacional de la UCR, como la existente con algunos de los hasta aquí supuestos aliados, el vicepresidente Julio Cobos y el subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Horacio "Pechi" Quiroga.

"No vamos ni con los muertos vivos (por el comité que encabeza Morales), ni con los que quieren tomar por asalto el partido. Construiremos un espacio abierto en todo el país, con fuerzas provinciales y vecinales, sin hablar de la interna radical, que nos llevó al fracaso en el 2001", reveló el ex diputado Roberto Costa, colaborador de Posse.

La postura de Posse, Ivoskus y gobernadores como Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, choca no sólo con el encuadramiento de Cobos y Quiroga, que forman parte de la administración de Cristina, sino también con la tesitura del mandatario Miguel Saiz, el diputado Daniel Katz y el senador por Río Negro, Pablo Verani. El trío motoriza una reunión en Junín el mes próximo, con el propósito de impulsar el levantamiento de las sanciones a los radicales K y la sustitución de Morales por un dirigente capaz de reconstituir la UCR y encuadrarla en la concertación plural que promueve el kirchnerismo. Al estilo chileno, según la aspiración del neuquino "Pechi" Quiroga.

Posse e Ivoskus, gananciosos en sus municipios, se niegan a someterse "a la vieja rosca partidaria" en la que tiene ingerencia el ex ministro Enrique "Coti" Nosiglia y le restan entidad para imponer condiciones a dirigentes que, enrolados con Cristina Fernández, perdieron sus elecciones distritales en octubre.

Kirchner habría señalado a Posse e Ivoskus que se pondrá al frente del PJ para "evitar que caiga en manos de un loco que le haga la vida imposible a Cristina". Los animó, además, a realizar obras y recorrer el país para terminar convirtiéndose en una parte de la nueva construcción política en la que está empeñado para "evangelizar al peronismo".

 

ARNALDO PAGANETTI

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