Jueves 14 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 2 y 3 > Nacionales
Silencio oficial por los "estudiantes" chinos

BUENOS AIRES (ABA).- Sólo silencio oficial hubo ayer en relación con el nuevo escándalo que afecta a diplomáticos que se desempeñan en China y fueron sumariados por la Cancillería, a raíz del otorgamiento indebido de miles de visas para supuestos "estudiantes" de ese país.

Tras la denuncia del martes de "Río Negro", fuentes del Palacio San Martín se limitaron a reconocer la existencia de dos investigaciones en curso, relacionadas con supuestas irregularidades en visas concedidas por los consulados en Shanghai y Beijing.

En ambos casos los responsables de las anormalidades habrían argumentado ante el jefe sumariante que sus firmas habían sido fraguadas.

Las herméticas fuentes destacaron que los expedientes no están aún cerrados y que "por eso no se elevó la denuncia penal". Reconocieron que la pesquisa interna marcha con dificultades: explicaron que hay que manejarse con funcionarios chinos que no prestan demasiada colaboración y falta de recursos para imprimirle mayor velocidad a una pista que se viene siguiendo, por lo menos, durante los últimos diez años.

En uno de los sumarios a los que accedió este diario se detectó un hecho curioso: hace bastante tiempo viajó a tierras orientales un perito calígrafo de la Gendarmería. Y no volvió. Sigue tratando de determinar de quién o quienes podrían ser las firmas autorizando los miles de visados irregulares.

También estuvo en China el jefe de sumarios de la Cancillería, Alejandro Mischutin, quien fue el que le tomó declaración a la cónsul María Virginia Ruiz Quintar y a su adjunta, aparentemente la más comprometida.

Al sumariante le llamó la atención los numerosos pedidos de visados por planes de estudios. Detectó que se dieron datos falsos sobre su ingreso a territorio nacional y que no habrían estado garantizados sus créditos para la mínima subsistencia. Estas dos condiciones contemplan una batería de medidas restrictivas que las autoridades nacionales deberían tener en cuenta según los tratados bilaterales.

Según cifras extra oficiales en el 2007 habrían ingresado cerca de 17 mil chinos, un promedio de poco más de mil chinos por mes , una cifra nada despreciable y que la estadística de Migraciones parece desconocer.

China es un país que tiene actualmente mas de 1.300 millones de habitantes y una política expulsiva para varios millones. El tema de las irregularidades no es nuevo y ya salpicó países vecinos como Chile.

Ello motivó en la década de los 90 la renuncia, en medio de otro escándalo, del cónsul en Shanghai, Enrique Subercazseaux Mac Gill, quien fue acusado de cobro indebido de visas a ciudadanos chinos.

En los 2000, los hermanos sanluiseños Adolfo y Alberto Rodríguez Saá propusieron radicar en el departamento puntano de Coronel Pringles a unos 20 mil chinos. El proyecto no prosperó, pero puso al descubierto un tema de muchísima complejidad: ¿puede la Argentina transformase en un país de puertas abiertas para miles de chinos por año?

 

HORACIO CARIDE

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