CIPOLLETTI (AC).- La empleada que limpiaba el laboratorio de Ana Zerdán aseguró ayer que el día del crimen, por la tarde, realizó el aseo como siempre. Y que incluso le pasó "una rejilla" a la tapa de la mochila del inodoro, donde luego apareció la polémica huella.

Si bien el rastro sigue en disputa y no hay coincidencia entre peritos respecto de si le pertenece o no a Juan Carlos Aguirre, es un indicio. Aguirre aseguró que ese día fue al mediodía al laboratorio y que uso el baño. Si Filomena Jorquera Jorquera pasó la rejilla, quiere decir que su huella -si realmente es- se plasmó después de las 16. Jorquera Jorquera declaró que ese viernes 17 de setiembre de 1999 fue a realizar la limpieza entre las 13:30 y las 16, y que higienizó los baños. Reconoció que en el que utilizaba la víctima había que sacar la tapa del depósito de agua para colocar el flotante y que a veces "ella (Zerdán) se olvidaba de colocar la tapa nuevamente en su lugar". El viernes Jorquera Jorquera la dejó en su sitio y la tapa apareció en el piso, junto al cadáver.

-¿Limpió la tapa de la mochila ese día? -se le preguntó a

la testigo.

- "Sí, siempre le pasaba una rejilla", contestó la mujer.

Ayer también declaró Analía de Lapuente, quien aseguró que el día del crimen vio tres veces el auto de Zerdán estacionado sobre calle Brentana, donde lo encontró la policía en la madrugada. La primera, cerca de las 20 del 17, la segunda alrededor de las 22 y finalmente entre las 24 y la 1. Estaba en el mismo lugar. Pensó que Zerdán se había ido con alguna amiga.