Jueves 14 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
La racha negativa tuvo una escala peruana
River también puso primera con una dura caída. El humilde San Martín lo venció 2-0, por el grupo 5.

River extendió la racha negativa de los equipos argentinos en la Copa Libertadores. Fue al frente y contó con posibilidades para llegar al empate, pero la Universidad San Martín de Perú lo derrotó por 2-0 en el arranque del grupo 5.

Roberto Ovelar, en la primera mitad, y José Díaz, en el cierre, le dieron la victoria al elenco peruano que justificó su éxito por ser más ordenado que un desorientado conjunto millonario.

El "millo" empezó mejor y cerca estuvo de abrir el marcador en una jugada de pelota parada. Fue un tiro libre ejecutado por Ariel Ortega que cabeceó Abreu, quien trastabilló y perdió eficacia.

Pero poco a poco los locales se soltaron y empezaron a perderle el respeto a su rival. Y en su primera llegada desnudaron las gruesas fallas defensivas del conjunto argentino. Un centro frontal ejecutado desde la mitad de cancha encontró a los centrales visitantes distraídos y Ovelar, completamente libre, cacheteó la pelota y venció a Carrizo.

San Martín se paró bien atrás y jugó de contra, River empezó a crecer y se hizo dueño de la pelota. Sin embargo, no le alcanzó para emparejar el marcador y se quedó en los intentos de Fernández y Ortega.

En el complemento, el once criollo trató de ser más incisivo

con el ingreso de Radamel por Domingo. Pero el que generó más peligro fue San Martín, a tal punto que Ponzio salvó dos veces seguidas su arco. Insistió River pero se reiteró en centros. Y de contra estuvo cerca de nuevo el local con un bombazo de Ovelar que rechazó al córner Carrizo.

Los minutos finales fueron para el "millonario", que metió mucha presión y, ante un error de Huamán, Abreu tuvo el empate.

Y cuando el duelo se moría en el 1-0, el ingresado Díaz le puso la cereza al postre. Arrancó desde atrás de mitad de cancha, dejó en el camino a dos rivales con gambetas largas y definió con clase ante la tardía salida de Carrizo.

Fue un final de fiesta para un equipo modesto que juega su primera Libertadores. Y una pesadilla para el equipo de Simeone deberá recuperarse, en casa, ante el América de México, el 27 del corriente.

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