Lunes 11 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 15 > Sociedad
"No hay crímenes pasionales"

La violencia tiene diferentes causas, pero ¿cómo luchar contra el hecho de que hay hombres que no pueden ver a las mujeres como iguales o que creen que el rol de la mujer es satisfacer siempre la necesidad de otros?

Es que si hay dos opiniones sobre una cosa siempre prevalece la opinión del hombre, eso es lo que la sociedad transmite a través de lo que nos dicen nuestras familias, de cómo nos educan: el lugar de la mujer es siempre un poquito más abajo que el del hombre, un poquito o mucho. Por eso nosotros decimos que el caldo de cultivo de la violencia de género es la discriminación contra la mujer y la impunidad de esa discriminación. Cuando a una mujer se la discrimina, muy rara vez hay un castigo a esa discriminación. Ayer me contaba una señora que su nieta viene del jardín con unas ideas que asustan: "Las niñas no juegan al fútbol", por ejemplo, les dice la maestra. Nosotros pensamos que tienen que estar capacitados los formadores también.

¿Con qué datos cuentan?

Con pocos. A veces la violencia contra la mujer es tan invisible que yo creo que la sociedad no se escandaliza porque no conoce. Lo que pedimos es que haya un sistema nacional de estadística donde se vayan anotando las víctimas de la violencia doméstica; no solamente las que mueren de una manera tan terrible que salen en los diarios, como por ejemplo, la niña que murió en Río Negro, de esa manera tan terrible sino que los brazos rotos, las caras hinchadas, las humillaciones en algún sitio tienen que estar registradas para que la gente se dé cuenta de que estamos hablando de un problema tremendo con unas consecuencias y unas secuelas graves.

Otra cosa es que, muchas veces, desde los medios se han empeñado en hablar de crímenes pasionales cuando desde luego no se pueden llamar crímenes pasionales. Todos sabemos que la pasión se nos desborda y que eso un poco nos excusa. Cuando uno se enamora, hace una tontería porque está apasionado: compra algo, se va de vacaciones con su novio porque está apasionado y se ciega. No se puede poner la violencia de género en esos términos: "La quería tanto que la maté". No es eso, no es pasión, no es amor, es violencia machista. La mató porque era una mujer que se negaba a ser su víctima.

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