Lunes 04 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 13 > Municipales
Tregua hasta hoy conla feria paralela de El Bolsón
El BORA llegó el sábado pero no tuvo participación. Las partes buscan una solución al conflicto.

EL BOLSÓN (AEB).- Una tregua hasta hoy fue el corolario de la jornada de graves incidentes ocurridos el sábado con la "feria paralela" en el centro de la ciudad. Una reunión pactada para la fecha entre todas las partes involucradas, incluidos representantes de la Feria regional, deberá hallar una salida.

Avanzada la tarde del sábado, efectivos del grupo BORA arribaron desde Bariloche para frenar los incidentes entre los vendedores y agentes de la "Guardia de la plaza Pagano", creada por el intendente Romera para echarlos de la vereda oeste del principal espacio verde de la localidad.

No hizo falta que los BORA actúen, por fortuna. La tranquilidad, alcanzada con posterioridad a largas discusiones entre los vendedores de artesanías y el segundo jefe de la regional II de Policía, Edgardo Pérez, provino de una propuesta del Ejecutivo. Intervino asimismo el fiscal Francisco Arrién.

A los vendedores se los dejó instalar en la plaza por dos días y hoy lo que se les ofrecería sería la porción de calle ubicada entre el Banco Nación y la Escuela 318 para lo que resta de la temporada.

El intendente, en diálogo con "Río Negro", había dejado entrever esa posibilidad, sujeta a un cambio en la ordenanza que -precisamente- lo prohíbe.

La gravedad de los disturbios debe haber hecho reflexionar a Romera acerca de la conveniencia de enfriar los ánimos que en buena medida la "guardia" municipal contribuyó a encender. Al menos uno de ellos llevaba una cachiporra, algo insólito para un agente comunal.

Varios heridos por piedrazos, golpes y daños en vehículos quedaron como vergonzoso saldo de una jornada de violencia y descontrol. Tres detenidos, de ambos bandos, fueron posteriormente liberados.

El juez de Faltas, Diego Medina, efectuó una denuncia penal para que se investigue a los responsables de la alteración del orden público.

Los vendedores pretenden ofrecer su mercancía en un sitio que está prohibido por ordenanza, por fuera de la tradicional Feria de productores y artesanos.

Llegados de otros puntos para "hacer la temporada" aducen que el derecho a trabajar consagrado en la Constitución los avala para ignorar una ordenanza municipal. Argumento erróneo pero de algún modo fortalecido por la existencia de la misma Feria, que ocupa también el espacio público y no tributa al erario municipal.

En la Feria tradicional, también las opiniones están divididas. La comisión y varios de los artesanos y productores más antiguos concuerdan que los venidos de afuera son una invasión. Les achacan también que les restan ventas a los artesanos locales, que todo el año aportan con su presencia al mantenimiento de un atractivo turístico que ya es marca registrada .

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