ROCA (AR).- Un joven de 25 años tuvo que ser internado, tras un confuso incidente en el que participó un grupo de entre cinco o seis personas que atacó a la víctima con golpes de puño, puntapiés y finalmente le aplicó dos puñaladas en la zona abdominal.
Por el hecho no había detenidos, aunque la policía tenía el nombre de varios testigos, pero debido a la importante ingesta alcohólica que presentaban, hasta ayer al mediodía no se les había podido tomar declaración.
Tampoco estaban claros los motivos del ataque, por lo que la investigación no tenía un móvil específico que haya desencadenado la agresión.
La víctima fue identificada como Néstor Cuffoni (25 años) y, según se informó,
poco a poco su estado iba evolucionando, especialmente después de haber sido intervenido quirúrgicamente.
El ataque ocurrió ayer aproximadamente a las 6.50, a la salida de un local bailable que se encuentra ubicado en Tres Arroyos y Avenida Roca.
Cuffoni estaba con su novia y una de las versiones indicaba que hubo una discusión con la muchacha. Se trataba de establecer si había sido dentro del local bailable o una vez que habían salido.
Ya en el exterior, se habría producido el grave incidente, cuando según informó la Policía, cinco o seis personas atacaron a Cuffoni.
"Primero le dieron trompadas y patadas, y posteriormente le aplicaron dos puntazos en la zona del
abdomen", señaló ayer una fuente policial.
Según esta misma fuente ligada a la investigación, "el estado de alcoholización era importante y generalizado entre los testigos y aparentemente
en el grupo de atacantes".
Los investigadores trataban de encontrar a la novia de la víctima, quien apenas ocurrido el ataque, se fue del lugar aunque no se sabe por qué motivo. No descartan que el herido conozca a al menos alguno de los integrantes de la patota, ya que indicaron que el herido no aportó mayores datos.
Mientras, desde la Policía se reflotó el pedido de poder hacer operativos en el interior de los locales bailables.
"Si alguien saca un arma blanca en el interior de un boliche, puede hacer un desastre, especialmente por la poca luz que hay", se indicó.
Sin embargo, esta medida contó con la reprobación de la mayoría de los encargados de las discotecas, ya que significaría prender las luces del boliche, y parar la música hasta que termine el operativo.