EDUARDO ROUILLET
Llegan al país el jueves 7 tocan en Rosario, el 8 están en el Cosquín Rock, en Córdoba; el jueves 14 será el turno de General Roca -donde serán parte de la noche dedicada al rock en la Fiesta nacional de la Manzana-, y al día siguiente el de The Roxy Club, Buenos Aires. Kinky, uno de los grupos más reconocidos de México, vuelve a Argentina, tras recorrer durante el 2007, cientos de escenarios de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y Australia presentando su último disco "Reina".
Luego de tres compactos, varios compilados especiales, una gran cantidad de temas incluidos en bandas de sonido de producciones del cine norteamericano, en series y sitcoms de la pantalla chica y varias presentaciones en las principales premiaciones alrededor del planeta, el grupo está integrado por Gilberto Cerezo, voz principal, guitarra y DJ; Ulises Lozano en teclados y programación; el guitarrista Carlos Chairez; Omar Gongora en batería y percusión y el bajista César Pliego.
Hace un año Kinky visitó por primera vez General Roca.
Diez de la mañana en Los Ángeles, las cuatro de la tarde en la Argentina, la charla con Gilberto Cerezo, comenzó recordando justamente aquella presentación y definiendo el estado actual del rocanrol por aquellas tierras.
"Hay dos tendencias bien diferenciadas, una de la otra. La primera es un rock que vino desarrollándose desde finales de los '80 y todos los '90, donde ya se notaba una identidad mexicana. A pesar de ser una corriente que venía de afuera, tenía su cara local como Caifanes o Café Tacuba que mostraban una alta mexicanidad. Y ahora, también hay otra corriente, copia muy fidedigna de lo que pasa en el rock norteamericano, sobre todo, con todo esta bola de grupos estilo punk del más puro, que reproducen lo que hace Green Day o esa clase de bandas. Incluso hay una oleada de conjuntos catalogados como "indie", con una fuerte inclinación a copiar a grupitos de EE.UU.".
- ¿Y ustedes?
- Nosotros somos de Monterrey, una ciudad al norte del DF, más ranchera, por decirlo así; con el lado folclórico del vaquero, del acordeón, de la cumbia... Un poco menos de mariachis, sí más de montar a caballo en la ranchería. Allí gustan mucho los rodeos, influenciado por Texas, que está justo a dos horas de nosotros. Es la combinación de estas dos culturas, con fuerte peso de una muy propia, que es mexicana.
Los Tigres del Norte, Bronco son más rancheros y nos han marcado tanto musicalmente, en nuestro lenguaje y nuestra manera de ser. Pues sí, somos norteños. Incluimos el acordeón, ritmos cumbieros y del norte del país, de una u otra manera, en esta amalgama electrónica roquera.
- Esto se ve desde los comienzos.
- Sabes que cuando comenzamos a ser la banda, estábamos muy enfocados a lo electrónico, pero teníamos la inquietud de hacer cosas diferentes que al principio no dejábamos fluir. Yo recuerdo como en uno de los primeros ensayos, dijimos: ¡vamos a darle cabida a todo lo que se nos vaya ocurriendo! Y fue entonces que empezamos a dejar que cada quien aportara lo suyo, sin cerrar la puerta por una encomienda de buscar un sonido ya existente. Ahí se fue dando esta combinación que luego se transformó en sonido propio. Apareció desde el comienzo, pero con el correr del tiempo se fue perfeccionando, encontrando un lugar.
- ¿Su lugar de residencia ya es Los Ángeles?
- La cuestión laboral nos mudó. Pero ahorita sí estamos de base acá. Tenemos un estudio casero que fuimos armando poco a poco y ya es un buen lugar donde trabajamos el último disco y el que estamos preparando por estos días.
- ¿En qué etapa de la producción se encuentra?
- Pues, en un proceso de lluvia de ideas. En realidad, juntamos un montón de canciones, con las cuales se abrirá la segunda etapa, de escoger las que queramos y afinarlas. Eso sucederá por mayo, junio. Trataremos de sacarlo por diciembre.
- ¿Cómo recordás la anterior presentación en Roca?
- Fue muy sorpresiva. Sorpresa fue encontrarnos con ese gentío, en medio de una ciudad pequeña, con un festival tan grande, tan efusivo. Y sobre todo, con una respuesta tan positiva de parte de un público que prácticamente no nos conocía. Ahora, nos invitan de vuelta, creo que por esa reacción, y vamos con las expectativas a tope.