SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La escuela hogar 72, ubicada en el paraje Cañadón Chileno, enfrenta una lista interminable de carencias que no reciben respuesta de parte del Estado y son paliadas en parte con donativos enviados desde esta ciudad.

La lista de necesidades incluye útiles escolares de todo tipo, libros, diccionarios, manuales, material didáctico, artículos de higiene personal, zapatillas, guardapolvos y hasta ropa interior, para asistir a los alumnos que concurren al establecimiento en el ciclo estival.

La mayor parte de estos materiales fueron reclamados por la directora de la Escuela, Natalia Berón, en una nota enviada al Consejo Provincial de Educación sobre el cierre del ciclo lectivo anterior y todavía aguardan una respuesta.

La escuela alberga a unos 45 niños del paraje, distante unos 140 kilómetro de Bariloche. La mayoría de los pobladores del lugar son productores de ganado caprino y ovino de escasos recursos.

"El aspecto económico trae aparejado un sin fin de problemas que afectan a los niños: desnutrición, violencia familiar, hacinamiento, etc", sostuvo la directora en su nota.

Integrantes del grupo solidario que asiste al establecimiento desde 2005 relataron a este diario que "la situación sigue igual, esta gente necesita de todo y desde el CPE no les llega ni los cuadernos".

Frente a este situación Fredrick Reddel anunció el inicio de una nueva colecta cuyo producido será llevado a la escuela en febrero próximo e instó a la comunidad a acercar sus donativos a la gomería ubicada en el km. 12,400 de Bustillo.

"La labor que se realiza en esta escuela es maravillosa, con lo poco que hay se realizó un libro regionalizado que fue declarado 'de interés provincial'" señaló con orgullo Berón, que lidia todos los días con la carencias internas y externas de esa comunidad educativa.

Otro de los problemas es la falta de transporte para trasladar a los alumnos y docentes al centro de salud más cercano -Comallo- en caso de enfermedad o accidente. Tan solo cuentan con un vehículo que busca a los alumnos los días de ingreso y egreso (cada 15 días).

El establecimiento realiza talleres variados y hasta cuenta con un transmisor de frecuencia modulada que los alumnos convirtieron en una radio y se escucha en todo el paraje. Pero necesitan material discográfico para sostener la transmisión.

También requieren herramientas y algunos materiales para completar el invernadero de adobe que construyen dentro del predio escolar y algunas computadoras para dictar clases de informática.

"En las últimas olimpíadas rurales nuestros niños obtuvieron el primer lugar" destacó con orgullo la directora. Al tiempo que abogó por contar con "algunos de los elementos básicos para la educación, que en estos casos no pasa solamente por el docente sino también por quienes deben proveer a las escuelas los materiales mínimos" y que "lamentablemente no lo hacen" dijo.