Domingo 03 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 22 y 23 > Opinion
Estilo Sapag
En la actual gestión, Neuquén vuelve a apostar por los hidrocarburos como estrategia de desarrollo de la economía. La oposición espera del gobernador definiciones más contundentes respecto de lo que hizo el sobischismo.

Días atrás, Jorge Sapag aleccionó a sus ministros antes de iniciar un acto oficial en el interior.

Inquieto por la repetida aparición de algunos de sus funcionarios en los medios de comunicación, el gobernador les pidió menos declaraciones y más acción, revelaron dos fuentes confiables.

La semana que antecedió a este episodio había sido abundante en información sobre varios proyectos: el de descentralización de funciones a los municipios, la nueva ley de coparticipación, la renegociación de deudas con el gobierno nacional y la posible inversión en acciones de la provincia en la petrolera YPF.

Algunas manifestaciones de los funcionarios generaron fricciones con la dirigencia gremial, como la propuesta anunciada (y luego reducida al mínimo hasta disimular su existencia) por el ministro Leandro Bertoya, de transferencia de programas de áreas de Producción a los intendentes.

Justamente Bertoya, un ex intendente sobischista que integra el elenco que acompaña la gestión de Sapag desde el Ministerio de Desarrollo Territorial, es uno de los funcionarios que más exposición ha tenido en las últimas semanas.

A medida que transcurre la gestión, Sapag va delineando un estilo de gobierno. Navega, no sin dificultad, entre el silencio, su estrategia preferida, y la obligación que tiene de divulgar los actos de gobierno.

El mandatario provincial pidió a su gente que evite la crítica al gobierno de Jorge Sobisch. Lo hizo con el argumento de que la sociedad lo eligió el 10 de diciembre último para gobernar y buscar soluciones, no para mirar hacia atrás.

Sus declaraciones y las de sus colaboradores ya tienen un común denominador: a Sobisch se lo puede criticar en privado, pero no se promocionan ni figuran en la agenda pública sus desaciertos.

La posición asumida por Sapag es criticada por sectores de la oposición que entienden que la salud del presente se encuentra precisamente en lo opuesto: en la revisión de la historia. Consideran que el gobernador no logrará diferenciarse demasiado si omite una revisión de lo actuado, en particular cuando un poder del Estado avanzó y pisoteó a los restantes, como ocurrió durante los últimos años del sobischismo, en particular con el Poder Judicial.

La luna de miel con el gobierno se prolongará en el tiempo de acuerdo con sus acciones, dijo un vocero de la oposición. Las señales públicas y privadas que envía son muy importantes a la hora de medir el plazo que tendrá Sapag antes de entrar en conflicto con otros sectores de poder, agregó.

Es probable que en el aniversario de San Martín de los Andes, que se realizará mañana, aparezca alguna crítica a la gestión de Sobisch por promesas que no se cumplieron en la ciudad, revelaron fuentes cercanas al gobernador. Pero en temas de alto impacto social, como la crisis del agua que afecta a ciento de miles de personas, ningún funcionario se ocupó en señalar que en los últimos ocho años se invirtió poco y mal. Tampoco se habla de los millonarios créditos del Iadep otorgados a los amigos del poder, así como de los gastos de campaña del ex candidato presidencial, nunca esclarecidos hasta hoy.

El mes que acaba de comenzar reactivará varios temas pendientes. El juicio político contra tres vocales del Tribunal Superior de Justicia volverá a estar presente en la Legislatura, los gremios ya reanudaron sus pedidos de aumento salarial y los intendentes buscarán más dinero cuando este mes se abra la discusión de un nuevo proyecto de ley de coparticipación.

El gobernador deberá llegar al uno de marzo, día en que se inaugurará el período de sesiones ordinarias, con definiciones más tajantes sobre su gestión y la herencia recibida. Al menos eso esperan los sectores de la oposición.

La relación con los gremios parece empantanarse lentamente, especialmente con los docentes. "Apostamos a que las clases comiencen sin paro. Eso ya sería un logro. Pero el conflicto por los salarios parece ser inevitable por más que se arreglen todas las escuelas de la provincia", reconoció una fuente del gobierno.

Ya se anticipó oficialmente que no habrá aumento de sueldo, al menos en los primeros meses del año. Lo anunciaron varios ministros y lo ratificó esta semana el gobernador Sapag.

La respuesta fue inmediata. El sindicato que agrupa a los maestros, ATEN, pidió una audiencia con el gobernador. Los dirigentes advirtieron que si no hay diálogo ni perspectivas de negociar una recomposición salarial, es posible que se plantee un conflicto laboral. El otro gremio estatal, ATE, esperará hasta fines de marzo para comenzar a debatir su propia estrategia de negociación con las autoridades.

Sapag no tiene solucionado el problema financiero. Transitar este año no será sencillo. Esta semana el gobernador fue a buscar una respuesta al pedido de refinanciación de la deuda con Nación, pero en Buenos Aires recién están revisando la documentación que la provincia presentó hace más de diez días.

La actual gestión vuelve a apostar por el petróleo como estrategia económica de desarrollo de Neuquén. Aunque con marchas y contramarchas, la posible compra de acciones en YPF marca el rumbo que pone el eje productivo y de recaudación para el funcionamiento del Estado en los hidrocarburos.

La negociación que mantienen con Repsol algunas provincias con hidrocarburos, entre las que está Neuquén, se orienta a comprar hasta el 10% de las acciones, en el marco de una gestión que implica la discusión anticipada de la renovación de las licencias de las áreas petroleras.

Neuquén no tiene dinero para destinar a la compra de las acciones de YPF. Aspiraría a tener hasta un 2%. Sin embargo, el gobernador puede prorrogar los contratos de las empresas que aún están vigentes.

Entre el 2015 y el 2027 vencerán las licencias de casi un centenar de áreas petroleras en la cuenca Neuquina y ésa es la herramienta que tiene el gobernador para sentarse a hablar con las empresas.

El canon que la provincia debería cobrar por la prórroga de las áreas que están en poder de YPF es el que se canjearía por las acciones que se piensan comprar. Si se quedara con el 2%, la cifra que debería pagarse sumaría unos 300 millones de pesos.

 

GERARDO BILARDO

gbilardo@rionegro.com.ar

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