SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Cada vez es más significativa en la ciudad la presencia de contingentes de estudiantes y de grupos de adultos procedentes de Chile, sobre todo de las regiones norteñas y cercanas a la zona metropolitana de Santiago, un mercado todavía poco explotado por los operadores locales.

Es probable que en el primer mes del verano actual no hayan sido tan abundantes las patentes blancas que caracterizan al turismo individual que llega desde Chile, pero se observa un importante crecimiento en la llegada de grupos de estudiantes y personas mayores, organizados por agencias de turismo chilenas.

Los estudiantes chilenos son casi todos menores, de 16 y 17 años, que acaban de concluir el ciclo medio de estudios, y aunque concurren cada noche a las discotecas locales tienen vedado el consumo de alcohol.

Esa circunstancia, probablemente, es la que anima a muchos hoteleros a alojar a estos grupos junto al turismo individual, porque los jóvenes son más respetuosos de las normas de convivencia y no producen desórdenes en las habitaciones o los pasillos.

Para los hoteleros, como Fabián Chiarella, de la Asociación de Hoteles y Hosterías, este segmento está reemplazando al turismo nacional e internacional, a su juicio todavía escaso, pese a lo avanzado de la temporada.

Los comerciantes consultados coinciden en que los integrantes de estos contingentes "no gastan mucho ni hacen muchas excursiones, pero el segmento sirve para mantener con alguna estabilidad la afluencia turística, y más camas ocupadas, que estarían ociosas en plena temporada".

Para Chiarella "es un turismo que hay que mantener, porque este año con los cortes de ruta y los paros y problemas en los aeropuertos al menos nos quedó libre el Paso Internacional Cardenal Samoré".

Sin embargo, el empresario insistió en que "hay que mejorar las condiciones de ingreso y egreso, para que no pierdan tanto tiempo en la aduana".

Proyectos y promesas

Un control integrado o una aduana única son viejas aspiraciones del empresariado local y de los funcionarios de Turismo, pero la simplificación de trámites sigue sin realizarse a pesar de los proyectos y promesas oficiales.

Los operadores de turismo estudiantil chileno, como "Falabella" o "Rai Trai", hace varios años que comenzaron a transportar estudiantes y grupos al sur de Chile, tomando a la ciudad de Puerto Montt como punto límite y a Osorno como simple lugar de paso.

Ahora, desde que descubrieron a Bariloche como destino turístico, los grupos estudiantiles comenzaron a alargar su estadía hasta tres y cuatro días, porque encuentran interesantes las excursiones, e inolvidable la concurrencia a discotecas.

También descubrieron Bariloche las agencias que realizan turismo social, con jubilados y pensionados de las regiones del Norte de Chile, que llegan con su demanda en temporada baja, atraídas por los precios de la gastronomía y la hotelería local.

"Es un negocio que ya reparte, aunque todavía está mal organizado", señaló un propietario de hotel.