Martes 29 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 30 > Sociedad
En la cordillera, cambiaron la montaña por la playa
Buen tiempo y muchos turistas en los lagos y ríos. Ayer, el calor llegó a 31,4 grados en Bariloche.

El paisaje por momentos se parece al de una playa poblada de la costa atlántica, sólo que aquí el agua está rodeada por imponentes montañas y bosques milenarios. El verano en la Cordillera ofrece también esta postal: turistas en malla, mate en mano, disfrutando del sol y los lagos en un paisaje de ensueño...Es que en esta temporada, las altas temperaturas convirtieron a los lagos de la región en los elegidos para disfrutar de las vacaciones en familia en la cordillera, realizar actividades en el agua, caminar por las costas o ver un atardecer, mientras degustan alguna delicia de la gastronomía patagónica.

En Bariloche, la temperatura superó los 30 grados y alcanzó una máxima de 31,4, el registro record de la temporada. En el Servicio Meteorológico Nacional, cuya estación se encuentra en el aeropuerto internacional local, señalaron que la cifra es la mayor del presente verano y se registró a las 16:30. Las altas temperaturas impulsaron a residentes y turistas hacia las costas de lagos y ríos. Los balnearios habilitados por el municipio se colmaron de jóvenes, los cuales aprovechan en receso escolar para disfrutar del agua.

Desde Prefectura Nacional reiteraron la necesidad de extremar los cuidados al ingresar al agua y no alejarse de la orilla, pues el agua es muy fría y son frecuentes los calambres. En este caso, en lo que va de la temporada, ya hubo tres ahogados en la zona. Para hoy y mañana se anuncian temperaturas altas, con cielo despejado por la mañana y nubosidad por la tarde.

En San Martín, por su parte, el sol también acompañó a los visitantes en los últimos días. Es así como, a partir del mediodía, playas como Catritre, Quila Quina, Yuco o Hua Hum, en el Lácar, Playa Bonita, en el lago Lolog, o el Falkner en el camino hacia los Siete Lagos, desbordan de turistas y residentes. También muchos eligen transitar una distancia mayor para deleitarse con las aguas del Huechulafquen, con el imponente volcán Lanín de fondo.

Los miles de jóvenes que llenaron los campings están disfrutando de unos increíbles días de sol y calor en intenso contacto con la naturaleza. Los fogones continúan siendo

grandes centros de encuentro e intercambio cultural de quienes llegan de las distintas partes del país, e incluso de otros continentes y, maravillados por la diversidad de verdes y las cristalinas aguas, los amplios espacios y la fauna silvestre, tratan de explicar en un castellano con tonos de inglés, que van a volver a la Patagonia con muchos amigos más. Los pequeños no se cansan de jugar en el agua durante todo el día. Hay playas, como la mencionada del Lolog, especial para ellos, pues mantiene unos 200 metros de ingreso al agua sin que las playas se tornen profundas, mantienen una temperatura un poco más cálida y los padres pueden relajarse tranquilamente mientras sus hijos juegan en la playa.

En cambio, los adolescentes y los más grandes eligen realizar actividades deportivas en el agua: kayak, bicicletas de agua, windsurf o rafting.

Entre los puntos destacados del Lácar se encuentra la playa Quila Quina, ubicada a 17 kilómetros de la ciudad e inmersa en un paisaje de ensueño. Se puede arribar en vehículos por un sinuoso camino de montañas, o embarcarse en el muelle de San Martín, para, luego de media hora de navegación, arribar a estas playas de arena y piedras, donde el viento no golpea y la vida propone un reencuentro con la armonía y la belleza natural en todo su esplendor.

(AB-ASM)

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