NAIROBI.- Kenia seguía bajo extrema tensión ayer con nuevos enfrentamientos, principalmente interétnicos, que causaron 49 muertos en 24 horas, pese a los esfuerzos del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, por detener la espiral de violencia desatada tras las elecciones de diciembre.

Un total de 179 personas murieron desde el jueves en Kenia. Ayer perdieron la vida al menos nueve personas en el oeste del país (Kisumu, Kericho, Nakuru y Burnt Forest) en actos violentos generados por bandas rivales y durante operaciones policiales, informaron los servicios de seguridad.

El domingo por la noche murieron al menos otras 15 en las ciudades Mau Narok, Liia, Njoro y Kapsoit, situadas en la provincia occidental del Valle del Rift, según una fuente policial. En Naivasha (90 km al noroeste de Nairobi) la tensión seguía siendo máxima ayer.

Durante toda la mañana de ayer se oyeron disparos, casi todos los comercios de la ciudad permanecieron cerrados y los hospitales no daban abasto para atender a los pacientes. Cientos de personas, esencialmente de la etnia luo, a la que pertenece el jefe de la oposición Raila Odinga, huían de sus barrios para refugiarse alrededor de las comisarías y de la cárcel de Naivasha. En torno a un centenar de kikuyus, la etnia del presidente keniano Mwai Kibaki, armados con palos, protagonizaron un tenso cara a cara con unos 200 luos que fueron expulsados de sus casas el domingo por la etnia rival. Este suceso ocurrió en una carretera en torno al lago Naivasha bajo vigilancia policial.