BUENOS AIRES (Télam).- El artista plástico Raúl Lozza, exponente del grupo Arte Concreto Invención que signó la producción artística argentina a partir de la década del 40, falleció anteanoche a los 96 años por causas naturales, según informaron allegados a su familia.

El pintor murió en su domicilio del barrio de La Paternal y sus restos fueron velados en una funeraria ubicada en Tres Arroyos 1510, en tanto que hoy serán enterrados en el Cementerio de la Chacarita.

"Mi pintura nunca fue directamente social, yo quería traducir todo a la pintura, hacer la revolución en el arte y presentar un hecho nuevo capaz de conmover a todos los públicos", aseguró Lozza en una entrevista concedida hace dos años.

Este artista que desde la década de 1940 marcó las búsquedas de la "pintura concreta" rioplatense -opuesta a toda forma de "ilusionismo" pictórico- y cuyas obras hoy se exponen en museos europeos y estadounidenses, compartió largas tertulias con otros exponentes de su generación, como Antonio Berni y Juan Carlos Castagnino.

Nacido en 1911 en la ciudad bonaerenses de Alberti, Lozza orientó sus búsquedas -fundadas teóricamente por el "Manifiesto Perceptista" (1947)- se orientaron hacía la ocupación directa del muro.

Sin embargo, frente a la imposibilidad de concretar la formulación muralista, el artista pensó tempranamente en la necesidad de enmarcar "trozos" de pared: en ese sentido, sus pinturas concretas deben leerse no como cuadros sin como objetos autónomos que ingresan en la dimensión -real- del espectador.

Lozza comenzó a pintar desde la adolescencia y expuso por primera vez a los 17 años.

Al cumplir los 19 se radicó en la Capital Federal dónde publicó sus primeros escritos teóricos y de ficción, entre ellos una obra de teatro.

Hasta 1936 colaboró en diarios y revistas con sus escritos y dibujos sobre temas sociales, y a partir de

ese año se enroló en las vertientes renovadoras de las artes e inició su actividad en diseños publicitarios.

Tres años después Lozza creó sus primeros objetos espaciales frontales con periferia irregular -expuestos en varias oportunidades- que en ese entonces destinó sólo a la publicidad y en 1943 participó, junto a otros intelectuales de renombre, en la edición del periódico "Contrapunto" de arte y letras.

En 1945 participó de la creación de la Asociación de Arte Concreto-Invención, de la que fue partícipe, integrando su secretariado y la dirección de su revista, junto a reconocidos artistas como Enio Iommi, Alfredo Hlito, Tomás Maldonado y otros.

A diferencia de otras vertientes de las vanguardias del 40, la Asociación desarrolló la línea constructiva Cézanne-Cubismo y puso en crisis la denominación de "concreto" utilizada desde el 30 en países de Europa, considerando que todos ellos practicaban arte abstracto. La nueva propuesta consistía en evitar todo ilusionismo.

Legitimada por la historia del arte como emblema de las vanguardias de la década del 40, la obra de Lozza cuenta además con el raro don del reconocimiento de los artistas más jóvenes, estimulados tanto por sus obras como por su actitud en general ante la vida y el arte.

A lo largo de su trayectoria, el artista obtuvo muchos premios y distinciones, entre otros Consagración Nacional, Cultura Nación 2007 y el Konex de Platino.