NEUQUÉN (AN).- Sólo lesiones leves sufrieron un camionero y su hijo menor, que lo acompañaba, cuando el pesado rodado que conducía el primero se dio vuelta en la ruta 22, cerca de Senillosa, y cuya cabina quedó destruida. Se investigan las causas del accidente, pero extraoficialmente se especulaba que podría haberse reventado un neumático.
El hecho ocurrió a las 16.45, a unos cien metros del puente El Carancho, cuando por causas que ahora los peritos tratarán de determinar, el chofer, de apellido Kletsel, perdió el dominio del rodado y se fue afuera del camino.
El camión circulaba de este a oeste, cargado con arena, y según versiones recogidas en el lugar, al volcar el camión el acoplado lo embistió. Pese a que la cabina quedó totalmente hundida, los ocupantes sólo sufrieron lesiones menores.
Inicialmente el padre y el chico fueron atendidos en el hospital de Senillosa, pero luego fueron derivados al Castro Rendón de esta ciudad, aunque se informó que sólo por precaución y para realizarse estudios complementarios.
El rodado, un Fiat 619, tenía identificada en sus puertas y barandas el nombre de la empresa Áridos Nano, de esta ciudad.