Los problemas son recurrentes. No hay soluciones definitivas. El gobierno mantiene su inercia; expone poca acción propia.

La sensación inicial del segundo gobierno de Saiz ratifica la plena continuidad en su estilo, dinámica y prioridades.

El andar del gobierno se reduce a la reacción frente a hechos o acciones ajenas. Fue y es la estrategia impuesta por Saiz. Esa espontaneidad se traduce en espasmódicos reflejos, que pueden resultar contradictorios.

Un ejemplo: al final, el gobierno rionegrino formalizó su apoyo a la Universidad de Río Negro. Se gestó desde el justicialismo.

Primero, el senador Miguel Pichetto generó la inquietud en el ministro José Rodríguez. Después, el rector organizador, Juan Carlos Del Bello, se comunicó con el gobernador y acordaron la reunión del jueves. Saiz designó a la ex senadora Amanda Isidori para integrar por Río Negro la Comisión de Organización. Lo hizo después de hablar con el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco.

Rodríguez se enteró de la inclusión de Isidori cuando el hecho era público y el ministro César Barbeito supo que Educación canalizará el "análisis pedagógico" después de que Saiz se lo anunció a Pichetto y Del Bello.

Decisiones aisladas. La mayor desorientación fue la del vicegobernador Bautista Mendioroz, quien se sorprendió con el encuentro y la definición universitaria del mandatario mientras él mismo insistía -públicamente- con las reservas oficiales para la creación de la Universidad de Río Negro.

La incertidumbre vuelve a los ministros cuando perciben que Saiz replica prácticas y prioridades originales. Rodríguez -el más inexperto en ese mundo- padece el abismo entre pretensiones y acciones oficiales.

No pudo consensuar todavía el encuentro de los intendentes del PJ con el gobernador y, lo peor, supo tardíamente que Barbeito se encontró con ellos por los planes escolares. Otra muestra de las autonomías ministeriales.

"El diálogo se cumple en contactos individuales y no con reuniones generales", fue la última explicación construida por Rodríguez. Esa manifestación está en línea con la audiencia concedida por Saiz al intendente electo de San Antonio, el legislador Javier Iud. En cambio, el ministro no reparó el canal político-institucional con el viedmense Jorge Ferreira. Sus llamadas siguen sin respuesta.

Nelson Iribarren fue otro que predicó esta semana por la ausencia de causas comunes. Hace pocos días, el intendente se entusiasmó con la presencia en Sierra Grande de tres ministros -Rodríguez, Pablo Verani y Juan Acattino- para expresar el respaldo a la reactivación del complejo minero. Fue una ilusión, pues después se enteró por el diario del plazo para la disolución de Hiparsa. "Quiero que me consulten", se quejó cuando llamó a Rodríguez y Acattino. Volvió a hablar de su renuncia.

Poco hace falta para construir ilusiones. Pichetto y Del Bello se fueron iluminados de la Casa de Gobierno solamente por el acceso al despacho del gobernador.

Siempre Pichetto vociferó que el gobierno debería convocarlo al análisis y solución de los problemas rionegrinos, como el tratamiento y la refinanciación de la deuda. Tiene razón. No sobran interlocutores de peso, como para desaprovechar el canal institucional del presidente del bloque de senadores oficialistas, como insinuaba el esquema de la Concertación, que pocos resultados arrojó.

Sólo bastó que el mandatario escuchara a Pichetto y Del Bello para revitalizar ánimos y entusiasmos extraños. Todo se centró en la política universitaria, pero el senador instaló en Casa de Gobierno su predisposición para extender el diálogo. En la antesala, Pichetto le adelantó a Verani que el alza salarial de Nación para sus estatales irá del 15 al 17%. El ministro atesoró esa confesión cuando salía de reunirse con el titular de UPCN, Juan Carlos Scalesi. Este gremio abrió el debate y, mañana, Educación seguirá con la Unter. El temario para esta paritaria quedó fijado entre Alejandro Betelú - quien continuará en la negociación docente pese a que ahora es presidente de Transcomahue SA- y la conducción del sindicato. Betelú se reunió con Marcelo Nervi y Pedro Bichara. Esta conversación arrojó una novedad: la Unter insistió en un alza equivalente al costo de vida y habló de diferenciales incidencias entre las ciudades. Así, Educación trabaja en esquemas de recomposiciones, con impactos regionales.

Febrero -como siempre- será mes de discusión salarial. También será motivo de debate político porque en marzo habrá que inscribir las candidaturas a la intendencia de Bariloche, con elección fijada para el 18 de mayo.

Esa encrucijada permite dispares estrategias. El gobierno conjuga dos desafíos: gobernabilidad y proyección política.

Apegado a lo suyo, Saiz entiende que los riesgos se reducen con la prescindencia. Por ahora, no quiere entrar en juego. "El candidato lo resolverán los radicales. ¿Si no hay acuerdo? Habrá internas", repitió. Reducirá lo suyo a un llamado de esa dirigencia andina. Nada se resolverá en tan heterogéneo escenario. Hay otro dilema. No hay partido. La UCR interventora tiene su marcha.

El interventor Juan Gauna se reunió con dirigentes de Bariloche. Se le pidió el partido para participar y, eventualmente, compulsar en internas. Gauna respondió con evasivas.

Esta cesión de la UCR abriría un posible sendero de regreso a los orígenes partidarios. Un camino lógico frente a la reconstrucción justicialista planteada por el kirchnerismo.

Lo más probable -por ahora- es un abanico de candidatos radicales en la elección, con sellos y escudos de dispares procedencias.

Saiz mira y espera. Sostiene su prescindencia radical. Monitorea los pasos del icarismo y evalúa un apoyo a la reelección de Darío Barriga. Especula con la irrupción de Nación y la definición de un candidato, que podría erigirse en el de la Concertación.

Emerge la candidatura de Silvina García Larraburu. Sólo la posibilidad ya desestabiliza al Frente para la Victoria, pues Sur sólo concibe el respaldo a Barriga. La diputada ha reconstruido parcialmente sus vínculos justicialistas después de su pretensión de una banca en la Cámara de Diputados. ¿Es suficiente para que García Larraburu sea candidata? No. Restan todavía muchos análisis y reuniones para madurar esa postulación.

El otoño expondrá una conclusión electoral para Bariloche. Otros conflictos estatales oscilarán entre la apatía y el espasmo.