La ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó ayer al jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, la separación de la fuerza de personal retirado procesado por violaciones a los derechos humanos que siguen colaborando con la institución y que, además, brinde información sobre si el fallecido represor Héctor Febres estuvo alojado o pasó vacaciones en una base naval.

Incluso Garré, que reaccionó de esta manera ante la difusión de los supuestos beneficios para Febres, irá hoy al juzgado de San Isidro, que investiga ese episodio, para pedir acceso al expediente e informarse en persona sobre la cuestión, según indicó anoche el Ministerio de Defensa en un comunicado.

En rigor, el presunto beneficio de Febres fue mencionado en el auto de procesamiento de acusados por la muerte del represor que falleció envenenado en una base de la Prefectura, pero cobró relevancia en las últimas horas, después de que un organismo de derechos humanos pidió que se cite a Godoy por ese caso.

La solicitud fue realizada por el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) a la jueza federal Sandra Arroyo, que investiga el asesinato de Febres.

El Ceprodh pidió la citación de Godoy para que explique porque Febres, un ex suboficial de la Prefectura Naval (policía guardacostas) que permaneció detenido en una delegación de esa fuerza hasta su muerte, pasaba sus vacaciones en una base naval de la localidad de Azul (provincia de Buenos Aires).

"El jefe de la Armada tiene que explicar por qué permitía esta situación de privilegio e irregularidad", sostuvo el pedido formulado a la jueza por el organismo de derechos humanos. "Estamos hablando de un preso detenido por crímenes de lesa humanidad que iba de vacaciones, con su familia, a una base naval que depende directamente del almirante Jorge Godoy", dijo la abogada Myriam Bregman, del Ceprodh.

Febres murió a los 66 años envenenado con cianuro en prisión y la jueza tiene firmes sospechas de que el ex represor estaba a punto de hacer revelaciones sobre casos de robo de bebés durante el régimen dictatorial cuando fue asesinado. Organismos de derechos humanos calculan que unos 500 bebés nacieron en cautiverio o fueron arrancados de las manos de sus padres detenidos. (AFP)