INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Un fuerte aluvión de agua cortó anoche las vías del ferrocarril y dejó varada una formación del Tren Rionegrino durante casi 9 horas. Además, puso en riesgo la transitabilidad de la Ruta Nacional 23 a la altura de Teniente Maza. Las fuertes lluvias que se registraron durante los últimos días en la zona Atlántica y centro sur de la Región Sur rionegrina incrementaron los causes de los arroyos. Los cursos de agua que bajan desde la Meseta de Somuncura hacia el centro de la provincia cobraron un gran caudal y la fuerza del agua devastó el terraplén de las vías del tren entre las estaciones de Teniente Maza y Nahuel Niyeo. Según informó el Gerente Operativo del Tren Patagónico, Néstor Fatori, "el agua socavó unos 400 metros del terraplén de las vías y descalzó los durmientes, impi

diendo que el tren puede pasar entre los kilómetros de vía 340 y 344". El lugar está ubicado a unos 50 kilómetros del este de Ramos Mexía, entre esta localidad y Nahuel Niyeo y a unos 35 al oeste de Valcheta.

Desde Bariloche

Hasta allí llegó a las 5 de la madrugada de ayer una formación del Tren Patagónico, que había partido el viernes a las 17 con unos 400 pasajeros desde la estación de Bariloche para llegar a Viedma a las 10 de ayer. Ante la imposibilidad de continuar el viaje, las autoridades ferroviarias decidieron retornar la formación hasta Ramos Mexía para que los pasajeros pudieran alimentarse y hablar por teléfono, ya que en el lugar del corte no hay señal de celulares. Durante la mañana de ayer y hasta el mediodía se realizaron trabajos de rellenado con piedras, llevadas al lugar desde Valcheta, para fortalecer el terraplén y permitir el paso de la pesada formación de hierro.

Ayer, a las 13:30, con casi nueve horas de atraso, el tren partió desde Ramos Mexía para llegar a Viedma a las 20.

Por otro lado, durante las primeras horas de la tarde de ayer, Luís Burgos, Distrito Los Menucos de Viarse, indicó que si bien el caudal del arroyo Nahuel Niyeo se había incrementado, la Ruta Nacional 23 no se había cortado, aunque algunos desvíos en sectores donde se construye el asfalto estaban muy pesados producto del barro y la greda. No descartaba una nueva crecida del arroyo Nahuel Niyeo, por lo que recomendaba mucha precaución.