Boca se dio el primer gusto del 2008. No brilló, es cierto, pero fue mucho más efectivo que River y lo venció por un merecido 2-0, ante una multitud.
Habían prometido dejar la vida en cada pelota y cumplieron. De arranque, salió un partido muy intenso, con el "Xeneize" más preciso en los primeros minutos. Cuando la bola pasó por Riquelme, hubo claridad y Ponzio, en soledad, se vio desbordado.
Pero esa superioridad se cortó muy rápido, porque el "Millonario" tomó la posta, empezó a jugar por los costados y se apoyó en Ortega -muy recuperado- para plantarse en campo rival.
En medio de ese dominio, se rompió el cero y, como en los anteriores de partidos del 2008, anotó el que menos lo merecía. Centro de Morel, Ledesma intentó una chilena y la pelota le quedó servida a Battaglia quien fusiló a Carrizo.
A partir de ahí, River siguió en poder de la pelota, pero Boca contó con las mejores chances. De contra, apostó por un pelotazo de Riquelme a Palacio o Palermo y, en varios momentos, descolocó a la línea de tres que puso Si
meone.
En el complemento, el equipo de Ischia comenzó a justificar la diferencia. No marcó una clara superioridad, pero fue más prolijo en el traslado y buscó de manera permanente la falta, para aprovechar la patada de Riquelme.
Y en una de esas infracciones, llegó el segundo. JR, que probó toda la noche a Carrizo en las pelotas quietas. Le dio con mucha rosca y el arquero alcanzó a tapar, pero Palermo saltó más alto que todos yla empujó. 2-0 a los 11 y buen panorama para el "Xeneize".
El "Cholo" empezó a mover el banco, mandó a Abelairas, después a Radamel, pero las soluciones no aparecieron.
Boca hizo la fácil. Durmió la pelota, dejó que pasen los minutos y hasta tuvo alguna oportunidad de liquidar definitivamente el clásico con alguna contra. La más clara llegó con un cabezazo de Palermo que reventó el travesaño.
En los últimos 15 fue todo del ganador, durmió la bola en los pies de JR y ganó por primera vez en el año.